Universitarias en Salamanca en el primer tercio del siglo XX: cuantificación y perfiles

María Luz de Prado Herrera

Universidad Pontificia de Salamanca, Calle Compañía, nº 5. 37002 Salamanca

e-mail: mlpradohe@upsa.es

ORCID iD: https://orcid.org/0000-0001-7593-9168

 

RESUMEN

En las últimas décadas del siglo XIX el tema educativo cobró una mayor dimensión política. De este impulso general se benefició la educación de las mujeres, propiciada por la legislación desarrollada desde mediados del siglo XIX y primeros decenios del siglo XX. La Real Orden de 8 marzo de 1910 les facilitará el camino abierto por sus antecesoras y supondrá un auténtico revulsivo para aquellas mujeres que quisieran acceder a la Universidad. Nuestra investigación se centra en ese contexto y en cómo se produjo su acceso a la Universidad de Salamanca en el primer tercio del siglo XX. El análisis de las fuentes fundamentales nos permite cuantificar el número de estudiantes y su distribución por facultades y ramas de estudios, además de demostrar en qué medida la paulatina eliminación de trabas, como consecuencia de la nueva legislación, impulsó su ingreso en esta Universidad. Los retazos biográficos de las universitarias más relevantes nos acerca, en la medida de lo posible, a su trayectoria académica y vital y nos ayuda a acabar con su invisibilidad.

 

ABSTRACT

University women in Salamanca in the first third of the 20th century: quantification and profiles.- In the last decades of the nineteenth century, the educational issue took on a greater political dimension. This general impulse benefited women’s education, fostered by legislation developed since the mid-nineteenth century and the first decades of the twentieth century. The Royal Order of March 8, 1910 facilitated the path opened by its predecessors and was a real revulsive for those women who would like to enter the University. Our research focuses on this context and on how its access to the University of Salamanca occurred in the first third of the 20th century. The analysis of the fundamental sources allows us to quantify the number of students and their distribution by faculties and branches of studies, in addition to demonstrating to what extent the gradual elimination of obstacles, as a consequence of the new legislation, impelled their entrance in this University. The biographical fragments of the most relevant university students show us, as much as possible, their academic and vital trajectory and help us to end their invisibility.

 

Submitted: 27 January 2018. Accepted: 11 October 2018

Citation / Cómo citar este artículo: Prado Herrera, María Luz de (2019) “Universitarias en Salamanca en el primer tercio del siglo XX: cuantificación y perfiles”. Culture & History Digital Journal, 8 (1): e005. https://doi.org/10.3989/chdj.2019.005

PALABRAS CLAVE: Mujeres; Universidad; Educación; España; Estudios; Pioneras.

KEY WORDS: Women; University; Education; Spain; Studies; Pioneer.

Copyright: © 2019 CSIC. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia de uso y distribución Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional (CC BY 4.0).


 

CONTENIDOS

RESUMEN

ABSTRACT

EL ACCESO DE LAS MUJERES A LA UNIVERSIDAD: UN LARGO Y DIFÍCIL RECORRIDO

LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XX: UN IMPULSO DECISIVO EN LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA FEMENINA

COMIENZA LA ETAPA DE LIBERTAD PARA LA EDUCACIÓN DE LAS MUJERES (1911-1920): UN TÍMIDO AVANCE EN LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

LA DÉCADA DE 1921-1930. INCREMENTO IMPORTANTE DE LA PRESENCIA FEMENINA EN LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

LA PRESENCIA FEMENINA EN LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA SE CONSOLIDA: 1931-1940

CONCLUSIONES

RECONOCIMIENTOS

NOTAS

BIBLIOGRAFÍA

Teniendo en cuenta los itinerarios por los que han transcurrido los estudios sobre el acceso de las mujeres a las universidades españolas en los dos últimos siglos, el contenido de este artículo se situaría a medio camino entre los que recogen la presencia y evolución de las mujeres universitarias, atendiendo a la variable de género, y los que se han decantado por una versión reduccionista, cuando no exclusivamente numérica, del fenómeno de la incorporación de las mujeres a la universidad.

Con la investigación que presentamos tratamos de cubrir el vacío historiográfico que existe sobre la presencia de las mujeres en la Universidad de Salamanca. El análisis de las fuentes fundamentales −expedientes, libros de matrículas, memorias y anuarios−, nos ha permitido una cuantificación aproximada del acceso femenino a la institución salmantina en el primer tercio del siglo XX, así como su distribución por facultades y ramas de estudios (Tabla 1). Para lograr ese objetivo se ha optado por una metodología amplia que integre no sólo a las que se licenciaron sino a todas aquellas que cursaron estudios, concluyeran o no las carreras. El muestreo que se presenta es suficientemente significativo para conocer su tránsito por la Universidad de Salamanca en las primeras décadas del siglo XX, aunque el límite de espacio de que se dispone no permita profundizar en la trayectoria vital y académica de todas ellas. Se presentan retazos biográficos de las estudiantes más relevantes, en la línea de las prosopografías y estudios de redes realizados por investigaciones pioneras en otras universidades.

Tabla 1. Mujeres universitarias matriculadas en la Universidad de Salamanca (1900-1939)

Facultad 1900-1910 1911-1920 1921-1930 1931-1939 Total
Filosofía y Letras 1 3 32 22 58
Ciencias. Sección Químicas - 5 12 7 24
Medicina 1 2 7 2 12
Derecho 1 - 1 1 3

Fuente: Archivo Histórico de la Universidad de Salamanca. [AHUSAL], Libro de registro de títulos (1877-1948). Registro General 864, Sig. AC L – 107. Archivo histórico. Universidad de Salamanca. [AHUSAL], Registro general de matrículas signatura: LR, 34 y 35.


La mayor parte de la obra escrita sobre la Universidad de Salamanca, incluida la más reciente, prescinde absolutamente de la perspectiva de género. En la conmemoración del octavo centenario de su fundación, parece oportuno un estudio que dé a conocer la incorporación de mujeres a la institución y el papel desempeñado durante más de un siglo por todos los actores participantes en la misma. Es importante no solo acabar con su invisibilidad, sino también poner de relieve cómo contribuyeron al sostenimiento de la universidad y al desarrollo de la sociedad.

EL ACCESO DE LAS MUJERES A LA UNIVERSIDAD: UN LARGO Y DIFÍCIL RECORRIDOTop

Antes del Renacimiento, reinas gobernadoras, nobles y religiosas fueron la élite instruida que dejó impronta de sus capacidades intelectuales. En tierras salmantinas, las “señoras” gobernadoras como Berenguela, María de Molina o Constanza de Portugal, fueron mujeres sabias capaces de sustituir a sus esposos en el gobierno de sus reinos. En el ámbito religioso sobresalió Teresa de Cartagena (circa 1420 ó 1435), considerada la pionera en la escritura mística en lengua castellana y, probablemente, la primera mujer que pasó por la Universidad de Salamanca, pues en el prólogo de su obra inicial hace alusión a que se formó en dicha Universidad “los pocos años que yo estudié en el estudio de Salamanca” (Cartagena, 1967: 103). Teresa de Cartagena se incorporaba al canon medieval de escritoras españolas relevantes, continuadoras de la estela de pioneras como Hildegard von Bingen (1098-1179), Christine de Pisan (1364-1430) -participante destacada en la “querella de las mujeres”- y Laura Cereta (1469-1499). Sin embargo, aunque en 1218 se fundó la Universidad de Salamanca, la relación de las mujeres con la institución comenzó en los albores del siglo XV, con la entrada del Renacimiento y el Humanismo en nuestro país. Su influencia resultó extraordinariamente fructífera para la intelectualidad femenina y supuso el primer acercamiento de las mujeres a la universidad. Fueron las “puellae doctae” que destacaron en las Cortes de Isabel I de Castilla y María de Portugal y que abrieron el camino a otras mujeres que en siglos posteriores accederían a los estudios universitarios. Aunque existe una gran controversia sobre si se produjo el acceso de las mujeres como alumnas, tenemos testimonios de ese mínimo acercamiento a la institución salmantina.[1] Lucio Marineo Sículo,[2] que regentó cátedra en Salamanca entre 1484 y 1496, dejó testimonio escrito de la sabiduría de algunas mujeres, como Beatriz Galindo, que destacó por sus dotes intelectuales y sus conocimientos del latín; o de Juana Contreras y de Luisa (Lucía, según otros) de Medrano, a la cual conoció en el Estudio salmantino y de la que alabó su inteligencia. No obstante, han quedado referencias de otras mujeres importantes como Francisca de Nebrija –hija de Antonio de Nebrija- autor de la primera gramática castellana-, Isabel de Vergara, traductora de Erasmo y hermana de los humanistas Juan y Francisco de Vergara, y a las que Lucio Marineo conoció en Alcalá de Henares. En Salamanca, también sobresalieron Cecilia Morillas (1539), de la que se dice que cursó estudios de Filosofía y Teología y que tuvo notables conocimientos de idiomas, arquitectura, geografía, astronomía y matemáticas. Álvara (para otros, Bárbara) de Alba, aunque natural de Vitigudino (Salamanca), pudo estudiar en 1546 en su Universidad y publicó un Tratado de Matemáticas. Clara Clistera o Clistelera, que ejerció la medicina en Salamanca en 1550, extendiéndose su fama por el resto de España. De la poeta y dramaturga Feliciana Enríquez de Guzmán (1570-1647) cuenta la leyenda que quiso estudiar en la Universidad de Salamanca disfrazada de hombre. Y aunque se ha señalado que selicenció en cánones (Pérez-Lucas, 1996: 93-101), no está confirmado documentalmente.

En el s. XVI, más allá de los espacios cortesanos, fue el ámbito religioso el que procuró el desarrollo intelectual de las mujeres. El 80% de las escritoras de esta época fueron monjas. Los vestigios documentales que albergan los conventos de clausura salmantinos dan testimonio de religiosas escritoras y cercanas a personalidades relevantes del Estudio salmantino, como la carmelita Ana de Jesús o Beatriz de la Concepción, entre otras (García; de Prado, 2006: 27). Aunque la Contrarreforma intentó apartar al pueblo de la cultura escrita, el recelo hacia los libros no llegó a afectar a las estancias conventuales. En el siglo XVII destacaron en la sociedad salmantina algunas monjas como Manuela de la Santísima Trinidad, escritora y consejera en la Universidad (García; de Prado, 2006: 345-348).

En el siglo XVIII tenemos referencias de María Isidra Guzmán de la Cerda, nacida en Madrid en 1768 y fallecida en Córdoba en 1803. En 1785 recibió el Grado de Doctora en Filosofía y Letras Humanas por la Universidad de Alcalá de Henares, autorizada para ello por una Real Orden del Rey Carlos III. De entre las literatas salmantinas de su tiempo destacó Matilde Cherner (Salamanca, 1833-Madrid, 1880) que colaboró también en El Federal Salmantino, pero de la que no tenemos constancia de que pasara por las aulas universitarias.

Aun con estos avances, el proceso, lento pero ininterrumpido, de acceso “sistemático” de las mujeres a la universidad, se inició dentro y fuera de España en el siglo XIX. Comenzó en Estados Unidos, a partir de la década de 1830 (en escuelas médicas exclusivas para mujeres, que no necesariamente dependían de la Universidad), y continuó de forma simultánea en las décadas siguientes en Europa y América Latina. España irá al compás de la Europa continental y alumnas como María Elena Maseras (1872), Dolores Aleu Riera (1874) o Martina Castells Ballespí (1877), al acceder a los estudios de medicina en la Universidad de Barcelona, allanaron el camino a jóvenes que posteriormente se fueron incorporando paulatinamente a los estudios universitarios, sorteando múltiples trabas y demoras.[3]

Pese a todos los obstáculos el proceso iniciado fue imparable. En todos los países, la carrera de medicina fue la puerta por la que las primeras mujeres entraron en la Universidad. Dichos estudios preparaban, ya entonces, para el ejercicio de la profesión, al unificarse las carreras médico-quirúrgicas. De 1882 a 1888, la presencia femenina en las Universidades de Barcelona, Granada, Madrid, Salamanca, Valencia y Valladolid ascendió a 34, de esas, 21 pasaron por las facultades de medicina. Más tarde, en 1896, Antonia Monreal Andrés obtuvo el título de licenciada por la Universidad de Sevilla (Flecha, 2010: 119). Estas primeras universitarias contribuyeron con su decisión a un periodo de tanteos y de precedentes alentadores, abriendo nuevas posibilidades para las mujeres y comenzando a transformar la referencia social femenina (Flecha, 1996: 215).

En el curso 1887-1888, Matilde Padrós Rubio y Ángela Carraffa de Nava, ambas con catorce años, se matricularon en la Facultad de Filosofía y Letras de las universidades de Barcelona y Salamanca respectivamente. Ángela, aunque era natural de Valladolid, fue la única alumna en Salamanca y su expediente es el primero de una mujer conservado en el archivo universitario salmantino. Fue la primera española Doctora en Filosofía y Letras por la Universidad Central de Madrid. El 19 de diciembre de 1892 defendió su tesis, Fernán Núñez de Guzmán (El Pinciano): su vida y sus obras, y obtuvo un sobresaliente (Flecha, 1996: 110 y ss.). No obstante, a pesar de sus reclamaciones ante las altas instancias ministeriales, su flamante título no le permitió ejercer la enseñanza en ninguno de los niveles educativos.

En Barcelona, en 1889, Teresa de Andrés Hernández se licenció en Filosofía y Letras y en 1892 Micaela Juanes Rollán, natural de Calzada de Valdunciel (Salamanca), inició los estudios de Filosofía y Letras. Esta última no terminó la carrera, pero ha quedado constancia de su paso por las aulas salmantinas durante los cursos 1892-93, 1893-94 y 1897-98. Ángela y Micaela iniciaron el acceso de las mujeres a la Universidad de Salamanca con quince años de retraso con respecto a las catalanas y en unos estudios diferentes a los de la mayoría, pues medicina había sido la carrera preferente tanto dentro como fuera de España, ya que su título las capacitaba para ejercer la profesión.

En definitiva, en el siglo XIX se produjo un impulso importante en el terreno educativo con respecto a los siglos anteriores. La preocupación por el estado de la educación en España y por el bajo nivel cultural medio de la población se extendió entre amplios sectores de la población (Capel, 2009: 156); de este esfuerzo general se benefició la educación de las mujeres, que, pese a haberse iniciado a mediados del siglo XIX con la Ley Moyano (1857), cobró mayor importancia durante la Restauración (Cuesta, 2003: T. I, 38-40). Las estrategias individuales y colectivas para quebrar obstáculos y perseverar en el empeño de una realización personal y profesional fueron respaldadas por personalidades relevantes. El resultado fue que, en el transcurso de casi cuarenta años de errática trayectoria legal, un total de 77 mujeres consiguieron acceder a la Universidad en España (Guil y Flecha, 2015: 131). Entre 1872 y 1910, fueron 53 mujeres las que cursaron estudios universitarios y culminaron algún grado. Estudiaron asignaturas de doctorado 20 y 10 se doctoraron. En medicina 7 y en Filosofía y Letras 3 (Matilla, 2015: 89). De todas las mujeres que iniciaron una licenciatura, apenas un 31,2% no la terminaron (Flecha, 1996: 102-105).

LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XX: UN IMPULSO DECISIVO EN LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA FEMENINATop

El esfuerzo realizado a favor de la educación de las mujeres en las últimas décadas del siglo XIX se reforzó con el avance legislativo de 1910. La Real Orden de 8 marzo liberaba a las mujeres de la necesidad de contar con los permisos del padre y de la autoridad académica correspondiente para poder cursar estudios secundarios y universitarios. Julio Burell, ministro de Instrucción Pública, promulgó en septiembre de 1910 otra Real Orden donde disponía que ‘la posesión de los diversos títulos académicos habilitará a la mujer para el ejercicio de cuantas profesiones tengan relación con el Ministerio de Instrucción Pública’, incluyendo explícitamente la posibilidad de opositar a cátedras. Así se estableció algo fundamental: primero el derecho a una educación equivalente a la de los varones y después el de ser educadoras las propias mujeres[4].

Esta legislación, y la colaboración en el esfuerzo educativo de redes culturales e instituciones como la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE, 1907), la Residencia de Señoritas de Madrid (1915) y el Instituto Internacional vinculado a ésta en 1917, representaron un auténtico revulsivo para las mujeres que quisieran acceder a la universidad (Capel, 2009: 156-161. Folguera, 2010: 39). La Residencia de Señoritas jugó un papel fundamental en la modernización de la educación femenina siguiendo el modelo de la Residencia de Estudiantes (Cuesta et al, 2015).

Este impulso colectivo y el empeño individual, explica que las matrículas femeninas fueran creciendo con rapidez, aunque se produjeron algunas variaciones en las carreras elegidas. Los anuarios estadísticos proporcionan datos al respecto: entre 1910 y 1921 se matricularon 650 mujeres, lo que representa un 2,7% del total de alumnos universitarios. Una década después el salto fue considerable: de los 33.557 universitarios existentes en España, 31.813 eran hombres y 1.744 mujeres. (Guil y Flecha, 2015: 132). Es decir, un 5,2% eran mujeres, prácticamente se había doblado el porcentaje de universitarias.

De nuevo, los estudios de medicina fueron los elegidos por las alumnas de comienzos del siglo XX. Francisca Fontova Rosell obtuvo en 1903 el título de licenciada en medicina por la Universidad de Barcelona; Trinidad Sais Plaja en 1904, Monserrat Bobé Marsal en 1905, Virginia Soler Alberola en 1908 y en 1909, María Dolores Pujalte Martínez. Ésta consiguió el doctorado en 1910-1911 (Flecha, 2010: 230-232). En la Universidad de Madrid, María de los Ángeles Furundarena López obtuvo el Grado en 1912, Rosario de Lacy Palacio el título de licenciada en 1913; en este mismo año Federica Fernández-Cortés Casellas obtuvo el de Grado.

En Salamanca, las primeras mujeres se incorporaron antes de la Real Orden de 1910. Teresa Iglesias Recio, natural de Villares de la Reina (Salamanca), se matriculó en 1906-1907 en el curso preparatorio de medicina y farmacia de la Facultad de Ciencias. Cursó las asignaturas de Física General, Química General, Zoología, Mineralogía y Botánica. Inició los estudios de medicina en el curso académico 1908-1909; es decir, con 35 años de retraso respecto a las médicas catalanas. Realizó su examen de Grado en 1913 y obtuvo el título de licenciada en Medicina y Cirugía el 5 de febrero de 1914,[5] con lo que se convirtió en la primera mujer que se licenciaba en esa carrera por la Universidad de Salamanca. Es muy probable que los estudios de medicina iniciados por su progenitor, así como por el abuelo y bisabuelo paternos[6], influyeran en la elección de los estudios de medicina de Teresa y de su hermano Ángel.[7] Ella, una vez concluida la carrera compatibilizó el ejerció de la profesión, en diferentes puntos de la geografía española, con su vida familiar y su compromiso con los más desfavorecidos. (Prado, 2015: 130-133).

En el mismo curso en que iniciaba los estudios de medicina Teresa Iglesias (1907-1908), llegó a Salamanca con 26 años María de Maeztu a examinarse por libre de materias de Filosofía y Letras y Derecho. El plan de estudios permitía cursar en la Facultad de Filosofía y Letras el preparatorio de Derecho y de las tres secciones de la Facultad, con tres asignaturas: Lengua y Literatura españolas, Lógica fundamental e Historia de España. Contó con la ayuda y el magisterio de Miguel de Unamuno, con el que llegó a trabar una estrecha amistad (Lastagaray, 2015: 38-39). Tanto en las convocatorias de junio como de septiembre del curso 1908-1909 obtuvo unas excelentes calificaciones en las asignaturas de Filosofía y Letras.[8] La Universidad de Salamanca le concedió el privilegio de examinarse a puerta cerrada, por ser una de las escasas mujeres que cursaban estudios superiores en España, pero ella lo rechazó (Lastagaray, 2015: 40). Durante los cursos 1908-1909 y 1909-1910, se examinó de otras asignaturas de Derecho. En septiembre de 1909 obtuvo un sobresaliente con premio en Derecho Natural. En el curso siguiente, también en septiembre, se examinó de Derecho Romano y obtuvo un sobresaliente con mención de honor.[9] Ante este resultado, el Colegio de Abogados de Bilbao reaccionó cerrándole las puertas ante el temor a que concluyese la carrera, por lo que abandonó los estudios de Derecho (Lastagaray, 2015: 46-47). Terminó Filosofía y Letras en 1915 en la Universidad Central de Madrid. De todas las universitarias que pasaron por la Facultad de Filosofía y Letras, María de Maeztu fue la que tuvo una trayectoria vital más intensa y fructífera. Destacó como estudiante, profesora, escritora, traductora y conferenciante, alcanzando una inusual proyección pública nacional e internacional. (Prado, 2015: 133-141).

En Ciencias, sección de químicas, no se matriculó ninguna mujer. En resumen, el balance de la primera década del siglo XX para la Universidad salmantina es ciertamente limitado: una licenciada en Filosofía y Letras y otra en Medicina.

COMIENZA LA ETAPA DE LIBERTAD PARA LA EDUCACIÓN DE LAS MUJERES (1911-1920): UN TÍMIDO AVANCE EN LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCATop

Se inauguraba la etapa de libertad, y, de nuevo los estudios de medicina fueron los elegidos por las mujeres. Dos alumnas, Nieves González Barrio y Delfina Matilla Gómez ingresaban en esta licenciatura en Salamanca. Nieves, natural de Riotinto (Huelva), fue la más brillante alumna e investigadora que pasó por las aulas de la Facultad de Medicina salmantina. Se matriculó en 1910 y el 1 de junio de 1911 le fue concedido el título de alumna interna con la gratificación anual de 500 pesetas.[10] Ganó la beca compitiendo con una docena de estudiantes varones. Un recorrido exhaustivo por su expediente académico ofrece datos incluso más brillantes que los obtenidos en los estudios secundarios. En diecisiete asignaturas consiguió sobresaliente y en nueve de ellas con premio y mención de honor, en tres con premio y en una con sobresaliente y mención de honor. Sólo en Otorrinolaringología obtuvo un notable. Todas las aprobó en convocatoria ordinaria.[11] Compaginó los estudios de medicina con los de Químicas y ale­mán en el Instituto General y Técnico de Salamanca[12], además de trabajar gratuitamente en la Gota de Leche. (Blanco y Negro [BN], 15 de diciembre de 1935: 162). Con 30 años, y los estudios concluidos satisfactoriamente, se examinó el 12 de junio de 1914 del Grado en Medicina y obtuvo un sobresaliente.[13] El título de licenciada le fue expedido el 26 de febrero de 1915.[14] Concluida la carrera se trasladó a Madrid para doctorarse en 1915, y también fue calificada con un sobresaliente. Miembro de la denominada “Constelación Pittaluga” aprendió y trabajó en el Instituto Nacional de Higiene, en el Instituto Pasteur de París, en la Clínica Mayo y en otros hospitales norteamericanos. Fue una asidua conferenciante en los foros médicos más reputados de Madrid y una autoridad en distintas materias: pediatría, enfermedades infecciosas y parasitarias, y prevención higiénica y dietética. De ello dan fe sus publicaciones y las conferencias impartidas (Prado, 2015: 143-152).

La segunda estudiante, Delfina Matilla Gómez, era natural de Castronuevo (Zamora). Al comienzo de la carrera de medicina le fue concedido el título de alumna interna de la Facultad de Medicina, con la gratificación de 500 pts.[15] Con 24 años realizó el examen de grado el 16 de junio de 1919. El Título de licenciada lo obtuvo el 15 de junio de 1920 con la calificación de sobresaliente.[16] En el curso 1920-1921 se alojó en la Residencia de Señoritas de Madrid. Desarrolló su carrera profesional trabajando como médica encargada de la sección de bacteriología del Instituto de Higiene de la provincia de Zamora (Tabla 2).

Tabla 2. Mujeres universitarias matriculadas en la Universidad de Salamanca

DÉCADA DE 1900-1910
Facultad de Filosofía y Letras
Década de 1900-1910
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
Maeztu, María de Vitoria (Álava) Salamanca
y Madrid
Fª y Letras 1907 24/09/2015
(en Madrid)
Facultad de Ciencias Químicas
Década de 1900-1910
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
- - - - - - -
Facultad de Medicina
Década de 1900-1910
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
Iglesias Recio, Teresa Villares de la Reina (Salamanca) Salamanca Medicina 13/10/1913 05/02/1914
Facultad de Derecho
Década de 1900-1910
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
Maeztu, María de Vitoria (Álava) Salamanca Fª y L. y Derecho 1907 24/09/2015

Archivo Histórico de la Universidad de Salamanca. [AHUSAL], Libro de registro de títulos (1877-1948). Registro General 864, Sig. AC L – 107.

Archivo histórico. Universidad de Salamanca. [AHUSAL], Registro general de matrículas signatura: LR, 34 y 35.


Siguiendo la estela de Ángela Carraffa en el siglo XIX y de María de Maeztu a comienzos del XX, en la década de 1910-1920 se matriculó en la Facultad de Filosofía y Letras Ernestina González Rodríguez, natural de Medina de Pomar, Burgos. Se examinó por libre en el curso 1915-1916, presentándose en la convocatoria de septiembre a las asignaturas de Lógica Fundamental, Teoría de la Literatura y de las Artes e Historia Universal. Concluyó los estudios en 1921 en Madrid. También estudiaron la salmantina María Luisa García-Dorado Seirullo, y la zamorana María Manuela Fernández Mateos. La primera se licenció en 1917[17] y cursó estudios de doctorado en la Universidad Central de Madrid[18]. Era hija de Pedro García-Dorado Montero, catedrático de Derecho Político de las Universidades de Granada y Salamanca. En 1920 fue pensionada por la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) para trasladarse al Bryn Mawr College de Pensilvania y en 1921 al Teacher’s College de Columbia (Estados Unidos). Fue la primera española que ganó en 1923 una cátedra de instituto para impartir latín. El 30 de agosto de 1939 le fue incoado expediente de depuración. Fue confirmada como catedrática el 29 de enero de 1941, pero con inhabilitación para cargos de dirección y confianza. Se jubilaría como docente en el Instituto Jorge Juan de Alicante.[19]

María Manuela Fernández Mateos, natural de Almedia de Sayago (Zamora), estudió Magisterio en la Escuela Normal de Zamora, y Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca. Tras licenciarse en 1918,[20] se trasladó a Madrid a continuar los estudios de doctorado. Empezó a ejercer la profesión de docente en el Instituto de Melilla, tras su frustrado intento de trabajar en el Instituto-Escuela (Poveda, 2014: 442). Posteriormente, enseñaría en otros institutos, como el elemental de Mérida (donde fue vicesecretaria), en el Lagasca y en el Lope de Vega de Madrid.[21] En su testamento dejó asignada una cantidad para que los alumnos más necesitados solicitasen becas para costearse los estudios universitarios.

También, con matrícula no oficial, se examinaron en la convocatoria de junio del curso académico 1918-1919, Fermina Benito García, natural de Doñinos (Salamanca)[22] y Consuelo Jiménez Fernández. Ésta lo hizo en la convocatoria de septiembre de 1919-1920, porque compatibilizó los estudios de Filosofía y Letras y Derecho. De ella se darán más detalles en el apartado de las estudiantes de Derecho (Tabla 3).

Tabla 3. Mujeres universitarias matriculadas en la Universidad de Salamanca

DÉCADA DE 1911-1920
Facultad de Filosofía y Letras
Década 1911-1920
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
González Rodríguez, Ernestina Medina de Pomar
(Burgos)
Salamanca y Madrid Fª y L
(matrícula no oficial 1915-1916)
1921 (Madrid)
García-Dorado Seirullo, María Luisa Salamanca Salamanca Fª y L 13/06/1917 11/10/1917 Doctora
Fernández-Mateos del Campo, Mª Manuela Almeida de Sayago, (Zamora) Salamanca Fª y L/L 30/06/1918 21/08/1918 Estudios de doctorado en Madrid
Facultad de Ciencias Químicas
Década 1911-1920
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
Gómez Martín, Isidora Elisa Mohedas de Granadilla (Cáceres) Salamanca Ciencias (Química) 1913-1914
González Sánchez, Adela Salamanca Salamanca Ciencias (Química)
(cursó estudios 1917-1918)
Navas Plaza, Rosalía Salamanca Salamanca Ciencias (Química)
(cursó estudios 1916-1918)
Palencia Petit, Ignacia Alcalá de Henares
(Madrid)
Salamanca Ciencias (Química)
(cursó estudios 1916-1917)
Prieto Marcos, Saturnina Baracaldo (Vizcaya) Salamanca Ciencias (Química)
(cursó estudios 1917-1918)
Facultad de Medicina
Década 1911-1920
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
González Barrio, María Nieves Riotinto (Huelva) Salamanca Medicina 12/06/1914 26/02/1915 Doctora
Matilla Gómez, Delfina Castronuevo (Zamora) Salamanca Medicina 15/06/1920 02/11/1920
Facultad de Derecho
Década 1911-1920
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
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Archivo Histórico de la Universidad de Salamanca. [AHUSAL], Libro de registro de títulos (1877-1948). Registro General 864, Sig. AC L – 107.

Archivo histórico. Universidad de Salamanca. [AHUSAL], Registro general de matrículas signatura: LR, 34 y 35.


De 1882 a 1888, la presencia femenina en las Facultades de Ciencias fue muy escasa. Del total de 34 mujeres sólo una lo hizo por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona, en el curso 1886-87. En 1896, Manuela Barreiro Pico comenzó la misma carrera en la Universidad de Santiago de Compostela y la concluyó en 1900. (Pintos, 2016: 73). Habrá que esperar unos años para que se matriculasen otras dos mujeres en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona: María Sordé Xipel, que comenzó la carrera en el curso 1908-1909 y se graduó en 1914, y Luisa Cruces Matesanz, que los inició en 1909-1910. En 1917, Catalina de Sena Vives Pieras se convertirá en la primera doctora en Ciencias por la Universidad Central de Madrid.

En la Facultad de Ciencias de Salamanca, sección de químicas, se matricularon 5 mujeres: Isidora Elisa Gómez Martín, natural de Mohedas de Granadilla (Cáceres). Era maestra por oposición desde 1914 y realizó el examen de Grado en el curso académico 1913-1914. Las salmantinas, Adela González Sánchez y Rosalía Navas Plaza; Ignacia Palencia Petit, de Alcalá de Henares y Saturnina Prieto Marcos, natural de Baracaldo (Vizcaya). Todas ellas en los cursos académicos comprendidos entre 1916 y 1918. En el curso 1916-1917, se matricularon 111 alumnos, de los cuales solo dos eran mujeres: las citadas Rosalía Navas e Ignacia Palencia. La primera se examinó de dos asignaturas del curso preparatorio de Medicina y Farmacia (Química General y Mineralogía y Botánica) y dos de la sección de Químicas (Análisis Matemático de primero y Geometría Métrica).[23] Volvería a examinarse en el curso 1917-1918 de las siguientes asignaturas: Física General, correspondiente al preparatorio de Medicina y Farmacia, y Geometría Métrica, Análisis Matemático de segundo, Geometría Analítica y Cristalografía, de la sección de Químicas. En el curso 1916-1917, se examinó Ignacia Palencia de las asignaturas del preparatorio de Medicina y Farmacia: Física General, (sobresaliente con premio), Química General (suspenso), Mineralogía y Botánica y Zoología General (ambas con aprobado).

En el curso 1917-1918 se matricularon 138 alumnos y sólo 3 mujeres, la ya aludida Rosalía Navas, Adela González Sánchez y Saturnina Prieto Marcos. Estas dos últimas de las mismas asignaturas: dos del curso preparatorio de medicina y farmacia (Química General y Mineralogía y Botánica) y dos de la Sección de Químicas (Análisis Matemático de primer curso y Geometría Métrica) (Tabla 3).

Al igual que en el resto de España, a los estudios de Derecho tardaron en acceder las mujeres. La tradición ha transmitido que en 1849 Concepción Arenal (1820-1893) asistió vestida de hombre a la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid. Habría que esperar a la segunda década del siglo XX para que más mujeres en todas las universidades españolas se animaran a estudiar esta carrera. En la década de 1910-1920 no se matriculó ninguna universitaria en la Facultad de Derecho de Salamanca. Anunciaba lo que sería una constante en el primer tercio del siglo XX: escasez de mujeres en esta carrera.

En resumen, de las alumnas localizadas, 3 estudiaron Filosofía y Letras, 5 eligieron Ciencias, 2 Medicina y ninguna Derecho. Todavía un escaso balance para una década y con preferencia por las carreras de ciencias frente a las de letras.

A la Universidad de Salamanca, que había vivido un estancamiento y una languidez decadente a lo largo del siglo XIX, comienzan a llegar a finales de siglo y en los albores del siglo XX los aires renovadores que se viven en el resto de España. La atonía mostrada en la matriculación era el reflejo de las inercias que aún quedaban por vencer. El impulso del rectorado de Unamuno se dejó sentir más en la segunda década del siglo XX.

LA DÉCADA DE 1921-1930. INCREMENTO IMPORTANTE DE LA PRESENCIA FEMENINA EN LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCATop

En la década de 1920-1930 se produjo un nuevo impulso en la matriculación universitaria en toda España. Así ocurrió también en Salamanca. De nuevo fue la Facultad de Filosofía y Letras la que atrajo a más estudiantes femeninas. Accedieron 32 mujeres, tanto en matrícula oficial como libre. Todas ellas con una brillante trayectoria académica (Tabla 4). De 1921 a 1925 se matricularon 7 mujeres: Mª Luisa González Rodríguez, Pastora Ángeles Encinas González, Petra Cadenas Núñez (no oficial en 1922-1923), Matilde Martín González el grado en 1923 y el título en 1924; María Covadonga Pérez-Peñamaría Suarez-Valdés, Soledad Petit Salvador, Concepción Vélez y Puig.

Tabla 4. Mujeres universitarias matriculadas en la Universidad de Salamanca

DÉCADA DE 1921-1930
Facultad de Filosofía y Letras
Década 1921-1930
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
González Rodríguez, Mª Luisa Medina de Pomar
(Burgos)
Salamanca Fª y L 11/06/1921 06/04/1922
Encinas González, Pastora Ángeles Salamanca Salamanca Fª y L 06/04/1922
Cadenas Núñez, Petra Benavente
(Zamora)
Salamanca Fª y L/L
(matrícula no oficial 1922-1923)
1940
Martín González, Matilde Aldeadávila de la Ribera
(Salamanca)
Salamanca Fª y L 11/06/1923 25/01/1924
Pérez-Peñamaría Suarez-Valdés, Mª Covadonga Astorga
(León)
Salamanca Fª y L/L 16/06/1925 01/08/1933
Petit Salvador, Soledad Zamora Salamanca Fª y L 18/11/1925
Vélez Puig, Concepción Salamanca Fª y L 1925
Benito García, Fermina Doñinos
(Salamanca)
Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1918-1919)
1926
Soler Calvo, Carolina Valladolid Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1925-1926)
1928
Alonso Pagazaurtundua, María Luz Salamanca Fª y L/L
(matrícula no oficial 1926-1927)
Cosío Moreno, María de las Mercedes Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1926-1927)
González Serrano, María de los Dolores Béjar
(Salamanca)
Salamanca Fª y L/L
(matrícula no oficial 1926-1927)
Coca Polo, Amelia Narros de Matalayegua (Salamanca) Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1926-1927)
1930
Maldonado Charro, Vicenta Salamanca Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1926-1927)
1930 15/01/1932
Pierna Chofre, Francisca Barcelona Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1926-1927)
1930 29/12/1930 Profesora
Rodríguez Fernández, Mª del Carmen Ciudad Rodrigo
(Salamanca)
Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1926-1927)
1930 1930 Profesora
Aldama Pruaño, Mª Concepción de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1926-1928)
07/08/1930
Nogueras Cabezalí, Clotilde Salamanca Fª y L/L
(matrícula no oficial 1926-1928)
1932
Vidaur Cortaberría, Josefa San Sebastián Salamanca Fª y L/L
(matrícula no oficial 1926-1928)
García-Revillo García, Juana María Salamanca Salamanca Fª y L/L 11/06/1927 17/06/1931
González Barrachina, Anisia Toro
(Zamora)
Salamanca Fª y L/L 15/06/1927 12/12/1928 Doctora
Martín Martín, Gaudencia La Vellés
(Salamanca)
Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1927-1928)
1931
Montero Rodelgo, Marina Madrid Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1927-1928)
Tapia Vicente, María Auxilio Villar de Peralonso (Salamanca) Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1927-1928)
1928 1931
Barona Montes, Matilde La Habana
(Cuba)
Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1928)
Bosque Vicente, Águeda del Monfarracinos
(Zamora)
Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1928)
Carrasco Domínguez, Feliciana Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1928)
Díaz de Entre-Sotos y Fraile, María Concepción Mérida
(Badajoz)
Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1928)
Díez García, María del Pilar Salamanca Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1928)
Nó Luis, María del Carmen Salamanca Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1928)
Pedraz Lorenzo, Emilia Salamanca Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1928)
Verdú García, Aurora Cuenca Salamanca Fª y L/L 16/06/1930 29/10/1930
Facultad de Ciencias Químicas
Década 1921-1930
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
Fonseca García, Amalia Argujillo (Zamora) Salamanca CC Químicas
(cursó estudios 1920-1921)
Galván García, Mª Eloísa Topas (Salamanca) Salamanca CC Químicas
(cursó estudios 1921-1922)
López García, Natividad Medina del Campo (Valladolid) Salamanca CC Químicas
(cursó estudios 1921-1922)
Llompart González Petra Sepúlveda (Segovia) Salamanca CC Químicas
(cursó estudios 1921-1922)
Mampasio Bueno, Basilia Perdigón (Zamora) Salamanca CC Químicas
(cursó estudios 1921-1922)
Luelmo González, Francisca Sanzoles (Zamora) Salamanca CC Químicas
(cursó estudios 1922-1923)
Prada Cantalapiedra, Petra de Valladolid Salamanca CC Químicas 1925 04/12/1926 Doctora
(Primera profesora de la USAL 1928-1930)
Fernández Casas, Sara Salamanca CC Químicas 1928
García Sánchez, Marcelina Salamanca CC Químicas 1928
Zuasti Ferrández, Concepción Obanos (Navarra) Salamanca CC Químicas 13/06/1927 07/02/1928
Hernández Martín, María Antonia Salamanca Salamanca Ciencias 1928
Tejón Banquera, Mª del Pilar Córdoba Salamanca CC Químicas 16/08/1930
Facultad de Medicina
Década 1921-1930
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
Tovar, Isabel Celia Salamanca Medicina 1925
Macías Calvo, Isidora Muelas del Pan
(Zamora)
Salamanca Medicina 10/12/1927
Fernández Casas, Sara Posadas (Argentina) Salamanca
Madrid
Medicina
Farmacia
27/04/1928
García Delgado, Gonzala Salamanca Salamanca Medicina 1930 06/10/1930 Doctora
García Sánchez, Marcelina Salamanca Medicina
Junquera Salvador, Josefa San Cebrián de Castro (Zamora) Salamanca Medicina 1930 06/10/1930
Seseña Deben, Mª Concepción Salamanca Salamanca Medicina 18/07/1928 06/10/1930
Facultad de Derecho
Década 1921-1930
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
Jiménez Fernández, Consuelo Deleitosa (Cáceres) Salamanca Derecho 17/06/1922

Archivo Histórico de la Universidad de Salamanca. [AHUSAL], Libro de registro de títulos (1877-1948). Registro General 864, Sig. AC L – 107.

Archivo histórico. Universidad de Salamanca. [AHUSAL], Registro general de matrículas signatura: LR, 34 y 35.


La biografía más azarosa fue la de María Luisa González Rodríguez, natural de Medina de Pomar (Burgos). A diferencia de su hermana Ernestina, que realizó los estudios con matrícula no oficial y los concluyó en Madrid, María Luisa los finalizó en Salamanca consiguiendo la licenciatura en 1922. Ambas ingresaron por oposición en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Instaladas en Madrid, Ernestina en la Residencia de Señoritas y María Luisa en el Instituto Internacional, participaron del ambiente cultural e intelectual de la capital, especialmente de la Residencia de Estudiantes, donde trabaron amistad con los intelectuales de la generación de 1927. María Luisa se casó con Juan Vicens de la Llave, uno de los responsables de las bibliotecas de las Misiones Pedagógicas de la Segunda República. La Guerra Civil española y el exilio, les obligó a recorrer varios países (Francia, México, la URSS, China), donde promovieron iniciativas universitarias y culturales de distinta índole.

La salmantina Pastora Ángeles Encinas González, fue hija de Pedro Encinas Reyes, catedrático de derecho y Secretario General de la Universidad de Salamanca, y de María del Tránsito González Moreno. Discípula de Unamuno, se licenció en Filosofía y Letras en 1922. Sus hermanos, Luis y Carlos, estudiaron medicina. Éste último, fue, además, un afamado cartógrafo y pintor del exilio republicano español. Pastora, tras casarse en 1925 con su primo hermano Ángel Encinas Romero, un ginecólogo y empresario sevillano, se dedicó a ejercer las labores de ama de casa.

María Covadonga Pérez-Peñamaría y Suarez-Valdés, natural de Astorga (León), comenzó la carrera en el curso 1921-1922 y la concluyó brillantemente en 1924-1925. En su expediente figuran 16 asignaturas, con 10 sobresalientes −8 con premio−, 3 notables y 3 aprobados. Se examinó del Grado en 1925 y obtuvo el título de licenciada en 1933. En diciembre de 1928 opositó para oficial de tercera clase de la Administración Civil del Ministerio de la Gobernación. En 1933 fue profesora encargada de curso de latín en el Instituto de Ibiza. Como a tantos profesores, se le abrió expediente de depuración, pero en 1940 fue confirmada en su cargo del Instituto de Ibiza.

La matriculación en Filosofía y Letras creció de forma progresiva en la segunda mitad de la década de los veinte. En el curso académico 1926-1927 se matricularon otras doce estudiantes Fermina Benito García, Carolina Soler Calvo, María Luz Alonso Pagazaurtundua, María de las Mercedes Cosío Moreno,[24] María de los Dolores González Serrano, Amelia Coca Polo, Vicenta Maldonado Charro, Francisca Pierna Chofre, María del Carmen Rodríguez Fernández, Concepción Aldama Pruaño, Clotilde Nogueras Cabezalí, Josefa Vidaur Cortaberría[25] (Tabla 4). De este nutrido grupo de universitarias es preciso resaltar a dos de ellas, pues fueron de las primeras profesoras de la Universidad de Salamanca: Francisca Pierna Chofre y María del Carmen Rodríguez. Francisca Pierna se licenció en 1930 con premio extraordinario, para, posteriormente ser profesora ayudante de clases prácticas y desde abril de 1931 hasta octubre de 1933 profesora auxiliar en la Universidad de Salamanca. Impartió las asignaturas de Prehistoria, Historia Antigua y Medieval, e Historia de la Cultura. En el curso 1933-1934 se incorporó al Instituto de Segunda Enseñanza de Luarca, en Asturias, como encargada de curso de Literatura, al haber aprobado los Cursillos de Selección para Profesorado de Segunda Enseñanza en la disciplina de Lengua y Literatura castellana (Flecha, 2010: 292-295. Gaceta de Madrid [GM], 24 de julio de 1933, cit. en Díaz et al, 2012: 111). Se casó en octubre de 1935 con el médico Luis Díaz Martín. Era hija del médico, político y catedrático de Higiene de la Universidad de Salamanca, el republicano Serafín Pierna Catalá.

María del Carmen Rodríguez Fernández, natural de Ciudad Rodrigo (Salamanca), estudió Filosofía y Letras y se licenció en 1930 con la calificación de sobresaliente. En octubre fue nombrada profesora ayudante de clases prácticas de la asignatura de Lengua hebrea y arábiga y el curso siguiente, de Lengua Latina y de Bibliografía en la Universidad de Salamanca. En 1932 fue profesora Auxiliar de Lengua y Literatura Latina, disciplina que enseñó durante tres años con un sueldo de 3.000 pesetas anuales. Después de unos meses de paréntesis universitario —de febrero a octubre de 1932— para ejercer como catedrática interina de latín en el Instituto de Ceuta, se incorporó en noviembre de 1935 a la segunda enseñanza en el Instituto de Medina del Campo. Fue profesora encargada de latín, pues había aprobado los Cursillos de Selección para Profesorado de Segunda Enseñanza que se realizaron en 1933 (Flecha, 2010: 292-295).

Es digno de resaltarse el caso de una de las anteriores mujeres, a pesar de tener una trayectoria académica brillante, porque su proyección quedó minimizada y ensombrecida por el triunfo profesional de su esposo. Estamos hablando de Clotilde Nogueras Cabezalí, que se casó en 1937 con el historiador, filósofo e insigne poeta Pedro Caravia Hevia. Ella perteneció al de grupo de profesores que superaron los cursillos de 1933 para impartir docencia en secundaria, en el área de Historia; fue catedrática de Enseñanza Secundaria en el Instituto de Mahón y en el Instituto de Enseñanza Media femenino de Oviedo.

En la segunda mitad de la década de los veinte, continuó creciendo exponencialmente la matriculación femenina en Filosofía y Letras, especialmente en el curso académico 1927-1928. Se inscribieron, tanto en matrícula oficial como no oficial, 13 mujeres: Juana María García-Revillo García, Anisia González Barrachina, Gaudencia Martín Martín, Marina Montero Rodelgo, María Auxilio Tapia Vicente, Matilde Barona Montes, Águeda del Bosque Vicente, Feliciana Carrasco Domínguez, María Concepción Díaz de Entre-Sotos y Fraile, María del Pilar Díez García, María del Carmen Nó Luis, Emilia Pedraz Lorenzo y Aurora Verdú García.

De todas ellas, es resaltable la carrera profesional de Anisia González Barrachina, quizás también ocultada por la relevancia alcanzada por su marido, Luis Ortiz Muñoz, al que conoció cuando ambos estudiaban el doctorado en Madrid. Él fue catedrático de griego y director del Instituto Ramiro de Maeztu desde 1940 a 1975. Colaboró en la administración del régimen franquista, al ocupar altos cargos en el Ministerio de Educación, siendo ministro José Ibáñez Martín. Su hijo, Luis Ortiz González, fue ministro de Obras Públicas de 1977 a 1982. Anisia González se licenció en Filosofía y Letras en 1928 por la Universidad de Salamanca y opositó y obtuvo la cátedra de latín en 1932. Uno de los miembros del tribunal fue Unamuno. Impartió latín en los cursos 1934-1935 y 1935-1936. Fue profesora en los Institutos Velázquez y Beatriz Galindo de Madrid, en este último como profesora de francés y después de doctorarse.

También hicieron brillantes carreras las salmantinas, Juana García-Revillo García y Auxilio Tapia Vicente. La primera se licenció en 1927 y ese mismo año opositó, por el turno libre, a las cátedras vacantes de Geografía e Historia en los Institutos de Alcoy, Cuenca, Baeza, Instituto Maragall de Barcelona y el Cervantes de Madrid. En 1934 fue profesora en el Instituto Elemental de Astorga, León. En 1965 pasó del Instituto de Santa Cruz de Tenerife al Instituto masculino de Málaga.

Auxilio Tapia, que comenzó la carrera en el curso 1924-1925 y la terminó en 1927-1928, destacó por un expediente brillante, plagado de sobresalientes y premios extraordinarios. Se licenció en 1928 con una calificación de sobresaliente. Fue profesora en diferentes centros de enseñanza privados y religiosa jesuitina (Hijas de Jesús).

En la década de 1921-1930, como se ha desglosado anteriormente, los estudios de Filosofía y Letras desplazaron ampliamente al resto de las carreras en la Universidad de Salamanca. Las cifras son reveladoras: en la Facultad de Ciencias, Sección de Químicas, se contabilizan 13 mujeres. Cursaron estudios, Amalia Fonseca García, María Eloísa Galván García, Natividad López García, Petra Llompart González, Basilia Mampasio Bueno, Francisca Luelmo González, Petra de Prada Cantalapiedra, Sara Fernández Casas, Marcelina García Sánchez, Concepción Zuasti Ferrández, María Antonia Hernández Martín, María del Pilar Tejón Banquera. De todas ellas sobresalieron la vallisoletana Petra de Prada, la navarra Concepción Zuasti y la salmantina María Antonia Hernández Martín (Tabla 4).

Petra de Prada, tras una brillante carrera, consiguió el título de licenciada en Ciencias Químicas en 1927, y ese mismo año ocupó la plaza de auxiliar interina y gratuita de la Sección de Análisis Químico del Instituto de Higiene de Córdoba. En el curso 1928-1929, fue profesora auxiliar temporal en la Facultad de Ciencias, Sección Químicas, convirtiéndose así en la primera profesora de la Universidad de Salamanca.[26] Se doctoró en Madrid en abril de 1931 con una tesis sobre la pátina de los monumentos de Salamanca. A partir de 1933 fue profesora de física y química en Institutos de Enseñanza Media como el de Antequera (Málaga) y Osuna (Sevilla), del que fue vicedirectora en 1936. Diez años después, ocupó la plaza de directora técnica del Laboratorio Promesa de Madrid.

Concepción Zuasti se licenció en junio de 1927, con sobresaliente y premio extraordinario. Nada más obtener la licenciatura fue nombrada ayudante interina de la Sección de Ciencias del Instituto Nacional de Segunda Enseñanza de Pamplona. Durante el curso 1929-1930 compaginó las clases con las prácticas en el laboratorio de investigaciones Bioquímicas de la Facultad de Ciencias de Zaragoza. Entre 1931 y 1932 colaboró en la investigación de la Sección de Electroquímica del Instituto Nacional de Física y Química (INFQ) y en la búsqueda de metales baratos que pudieran sustituir al platino como material electródico en electroanálisis (Magallón, 2004: 343). En 1933 fue encargada de la cátedra de Física y Química del Instituto Elemental de Segunda Enseñanza de Irún. Tras superar el proceso de depuración del funcionariado de secundaria, fue confirmada en su puesto docente sin sanción. En agosto de 1943 fue nombrada profesora adjunta permanente a la cátedra de Física y Química del Instituto Nacional de Enseñanza Media de Mérida. Desde 1949 hasta su muerte, en 1955, fue catedrática de Matemáticas del Instituto de Enseñanza Media “Peñaflorida” de San Sebastián.

También profesora de la Universidad de Salamanca, María Antonia Hernández Martín, se licenció en 1928 y fue ayudante del Grupo de Físicas en el curso 1930-1931. En 1932 resultó nombrada profesora auxiliar de la asignatura de Física General. (Flecha, 2010: 295).

Por lo que respecta a los estudios de medicina, en la década de 1920 a 1930 también se hizo notar la presencia femenina en las aulas universitarias, aunque de forma más tenue que en Filosofía y Letras o en Ciencias (Químicas). Accedieron a la Facultad de Medicina 7 mujeres: Isabel Celia Tovar, Isidora Macías Calvo, Sara Fernández Casas, Gonzala García Delgado, Marcelina García Sánchez, Josefa Junquera Salvador, María Concepción Seseña Deben.

Poco se sabe de Isabel Celia Tovar, salvo que se licenció en 1925. Lo mismo ocurre con Isidora Macías Calvo, natural de Muelas del Pan (Zamora), que se licenció en 1927. Sara Fernández Casas, natural de Posadas (Argentina), cursó los estudios de Medicina y Farmacia y se licenció en 1928. Por su parte, Mª Concepción Seseña Deben, natural de Salamanca, obtuvo el título en 1929. Primero fue puericultora y posteriormente ejerció la pediatría en Salamanca. Pasó por la Residencia de Señoritas entre 1928-1930. De Gonzala García Delgado sí se tiene más información.[27] Fue una médica pediatra salmantina que cursó los estudios de forma brillante y con un magnífico expediente académico entre 1924-1930. Se licenció en 1930. Al terminar la carrera, se desplazó a Madrid para especializarse en hematología en el Laboratorio de los profesores Marañón y Pittaluga. Simultaneó los estudios de doctorado con la práctica de la profesión en varios hospitales de Múnich (Alemania). Con el título de doctora en medicina y con ese bagaje, concursó a una plaza del Sistema Sanitario de Salud estatal en Salamanca. Sería Jefa de los Servicios de Higiene Infantil hasta su jubilación en 1975. También obtuvo la plaza de Directora del Hospital y Preventorio Infantil de Salamanca, construido y organizado bajo su supervisión en el Paseo del Rollo. Este centro se convirtió en hospital de guerra entre 1936-1939; Gonzala, debido a su especialización y su dominio de varios idiomas -francés, alemán e inglés-, fue nombrada directora del mismo. También tuvo una clínica privada junto al Palacio de Monterrey de Salamanca, pero que dejó para cuidar de sus cinco hijos.

De otras estudiantes de medicina, como Marcelina García Sánchez, sólo se conoce que cursó los estudios de medicina en la Universidad de Salamanca. De Josefa Junquera Salvador, que era natural de San Cebrián de Castro (Zamora), concluyó los estudios de Magisterio en 1924 e inició los de medicina en la Universidad de Salamanca. Se licenció en 1930. En ese mismo año fue la única mujer de 106 matriculados para realizar un cursillo de Inspector Médico Municipal. Fue médica titular en Pajares de la Lampreana. En esta localidad dirigió un centro de alimentación y un comedor infantil de Auxilio Social, inaugurado en 1944. En 1972 se le adjudicó la plaza de médica en Aldea de San Miguel (Valladolid). Fue nieta por línea materna de un farmacéutico y esposa y madre de médicos.

Con respecto a los estudios de Derecho, se observa que el acceso de las mujeres a esta carrera en España, fue tardía y lenta. En 1922, la valenciana Ascensión Chirivella Marín fue la primera mujer que se licenció en Derecho por la Universidad de Valencia (Villamarín, 2014: 63-68).[28] Fue también la primera en colegiarse en España para ejercer como jurista durante ocho años en la especialidad de Derecho Civil.[29] En esas mismas fechas, Consuelo Jiménez Fernández pasaba por las aulas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca (Tabla 4). De ella solo se ha podido constatar que nació en Deleitosa (Cáceres), y que compatibilizó los estudios de Filosofía y Letras con los de Derecho. En el curso académico de 1919-1920, en matrícula no oficial, se presentó a los exámenes en la convocatoria de septiembre y obtuvo un sobresaliente en la asignatura de Teoría y Literatura de las Artes y un notable en Historia Universal.[30] El título de licenciada en derecho lo obtuvo 17 de junio de 1922.

Concluía la década de 1921-1930 con un incremento significativo de la presencia de las mujeres en las aulas universitarias salmantinas. Especialmente en Filosofía y Letras, con 32 alumnas nuevas, 12 en Ciencias (Químicas), 7 en Medicina, siendo la excepción Derecho, con una sola alumna. El avance se produjo sobre todo desde 1925 a 1930. Las perspectivas profesionales, su vocación y su deseo de emancipación pudieron animar a las jóvenes a acceder a los estudios superiores. Era una de las vías para conseguir la realización personal y laboral. Las movilizaciones de intelectuales y estudiantes universitarios contra la Dictadura de Primo de Rivera, no sólo no frenaron el acceso de las mujeres a la universidad, sino que sirvieron de acicate. En la Universidad salmantina, como se ha detallado, creció la matrícula en general y la femenina en particular, sobre todo en 1928. En Salamanca, las movilizaciones vinieron precedidas por el destierro de Unamuno a Fuerteventura en 1924, acompañado de la suspensión de empleo y sueldo y de la pérdida de todos sus cargos académicos. En 1926 los estudiantes volvieron a protestar por cubrirse la cátedra que Unamuno había dejado vacante. Con ellos se solidarizó el catedrático Luis Jiménez de Asúa, por lo que fue deportado a las islas Chafarinas el 30 de abril de 1926.

El mundo intelectual y universitario español no dejó de movilizarse contra la Dictadura primoriverista, provocando incluso el cierre de facultades. De una manera u otra se manifestó el malestar que vivió el país en los últimos años del régimen dictatorial. El 19 de marzo de 1929, catedráticos y profesores auxiliares de la Universidad de Salamanca firmaron una carta dirigida al Gobierno; la encabezaba el rector Enrique Esperabé de Arteaga. En ella se condenaban las revueltas estudiantiles producidas también en esta ciudad. Una de las firmantes fue Petra de Prada Cantalapiedra, primera profesora de la Universidad de Salamanca.[31]

LA PRESENCIA FEMENINA EN LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA SE CONSOLIDA: 1931-1940Top

La presencia de la mujer en las aulas universitarias en España experimentó un ascenso del 8,8% durante el periodo de la Segunda República. En Salamanca, también se produjo otro impulso en la matriculación. Accedieron a la Facultad de Filosofía y Letras 22 alumnas (Tabla 5). No se cuenta, de momento, con información detallada de todas ellas, pero sí se pueden hacer breves retazos biográficos de algunas. María Sánchez Cuadrado, Felisa Lillo Zaera, Petra Calzada Marzal, Marina Girón Lozano, Carmen Iglesias Sánchez, María Antonia Merino García, Alicia Montejo Parro, Juana Riesco Pedraz, Magdalena Garretas Sastre, Serafina Julia Urigoitia, Hortensia Ladrón de Guevara, Juliana Dolores Olivera López, Tomasa Oterino Sánchez, Pilar Rodríguez Conde, Pilar Sánchez Valiente, María Mercedes de Vega Martín, Isabel de Vega Martín, María Luisa Sánchez Bellido, Marina Sánchez Contra, Ángeles Velasco Fraile, Nieves Faes Villaverde, Bárbara Santos Rincón.

Tabla 5. Mujeres universitarias matriculadas en la Universidad de Salamanca.

DÉCADA 1931-1940
Facultad de Filosofía y Letras
Década 1931-1940
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
Loscertales Baylín, Pilar Zaragoza Madrid Fª y L/L Profesora temporal 1931
Sánchez Cuadrado, María Guijuelo
(Salamanca)
Salamanca Fª y L/L 01/07/1932
Lillo Zaera, Felisa Salamanca Salamanca Fª y L/L 16/08/1932
Calzada Marzal, Petra Béjar
(Salamanca)
Salamanca Fª y L/L 07/07/1933
Girón Lozano, Marina Moratalla (Murcia) Salamanca Fª y L/L 19/09/1933
Iglesias Sánchez, Carmen Salamanca Salamanca Fª y L/L 27/04/1933
Merino García, María Antonia Madrid Salamanca Fª y L/L
(matrícula no oficial 1926-1927)
1933
Montejo Parro, Alicia Salamanca Salamanca Fª y L/L 30/06/1933 07/07/1933
Riesco Pedraz, Juana Guadalajara Salamanca Fª y L/L
(matrícula no oficial 1926-1928)
01/08/1933
Garretas Sastre, Magdalena San Salvador del Valle (Vizcaya) Salamanca Fª y L 26/09/1934 26/09/1934 Profesora. Pensionda por la JAE para el doctorado en Madrid
Julia Urigoitia, Serafina Salamanca Fª y L 1934
Ladrón de Guevara, Hortensia Salamanca Fª y L 1934
Olivera López, Juliana Dolores Salamanca Salamanca Fª y L 26/09/1934
Oterino Sánchez, Tomasa Galinduste
(Salamanca)
Salamanca Fª y L 1934
Rodríguez Conde, Pilar Zamora Salamanca Fª y L 26/09/1934
Sánchez Valiente, Pilar Candelario (Salamanca) Salamanca Fª y L/L 30/06/1934 30/04/1935
Vega Martín, Mª Mercedes de Retortillo
(Salamanca)
Salamanca Fª y L 29/09/1933 29/09/1933
Vega Martín, Isabel de Retortillo
(Salamanca)
Salamanca Fª y L 1934 26/09/1934
Sánchez Bellido, Mª Luisa Alcañices, (Zamora) Salamanca Fª y L/L 07/09/1934
Sánchez Contra, Marina Monfarracinos
(Zamora)
Salamanca Fª y L
(matrícula no oficial 1926-1927)
1934
Velasco Fraile, Ángeles Salamanca Fª y L/L 1934
Faes Villaverde, Nieves Cuba Salamanca Fª y L/L 30/06/1936 31/08/1939
Santos Rincón, Bárbara La Vellés (Salamanca) Salamanca Fª y L/L 30/06/1936 03/06/1940
Facultad de Ciencias Químicas
Década 1931-1940
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
Román Arroyo, María del Rosario Palencia Salamanca CC Químicas 11/06/1934
Sánchez Ferrero, María Natividad Salamanca Salamanca CC Químicas 12/06/1934 27/11/1935
Unceta Conde, María de las Mercedes Valladolid Salamanca CC Químicas 11/06/1934
Villalobos Mier, Mª del Carmen Salamanca Salamanca CC Químicas 1934
Nieto Brezmes, Arsela Berrueces (Valladolid) Salamanca CC Químicas 11/06/1934 21/01/1935
Macías García, Mª Asunción San Cristobal (Zamora) Salamanca CC Químicas 30/06/1934 02/03/1935
Zorita Viota, María Carmen Salamanca Salamanca CC Químicas 1940
Facultad de Medicina
Década 1931-1940
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
Alonso Nart, María Gijón
(Oviedo)
Salamanca Medicina 12/06/1931 16/04/1932
Román Arroyo, Petra Palencia Salamanca Medicina 1938-1939
Facultad de Derecho
Década 1931-1940
Nombre y apellidos Lugar de nacimiento Universidad Facultad Grado Título Dra.
Arias Camisón, María Peñaranda de Bracamonte (Salamanca) Salamanca Derecho 04/11/1932

Fuente: Archivo Histórico de la Universidad de Salamanca. [AHUSAL], Libro de registro de títulos (1877-1948). Registro General 864, Sig. AC L – 107. Archivo histórico. Universidad de Salamanca. [AHUSAL], Registro general de matrículas signatura: LR, 34 y 35.


Junto a las anteriores, es preciso resaltar que en 1931 se incorporó como profesora temporal de la Universidad, Pilar Loscertales Baylín. Nació y estudió Filosofía y Letras, sección Historia, en Zaragoza. Se especializó en Historia medieval en el Centro de Estudios Históricos de Madrid, bajo el magisterio de Claudio Sánchez Albornoz. El 8 de agosto de 1931 ingresó por oposición en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Su primer destino fue la Biblioteca Universitaria de Salamanca, que pronto dejará al pasar a la Biblioteca Nacional por concurso de traslado. Esta circunstancia le permitió continuar sus trabajos en el Instituto de Estudios Medievales, Centro de Estudios Históricos, dependiente de la Junta para Ampliación de Estudios. Se casó con el catedrático de Historia del Derecho y académico, Luis García de Valdeavellano, discípulo también de Claudio Sánchez Albornoz.

Otras alumnas destacadas fueron Magdalena Garretas Sastre, natural de Vizcaya, que estudió Filosofía y Letras entre 1930 y 1934. Obtuvo el Grado en 1934 (Flecha, 2010: 292-295). En ese mismo curso académico finalizó la licenciatura en el mes de junio con premio extraordinario y ocupó el cargo de profesora auxiliar de Lengua y Literatura Griegas al superar a otro aspirante en las pruebas establecidas; fue profesora auxiliar de Miguel de Unamuno y en el curso 1935-1936, encargada de la cátedra vacante de esa asignatura por jubilación del titular, el catedrático Enrique Esperabé de Arteaga. Siendo alumna de tercer curso de la carrera, teniendo en cuenta su expediente académico, fue elegida por el Claustro de la Universidad para viajar como becaria en el Crucero Universitario por el Mediterráneo (Flecha, 2010: 292-295). En 1941 fueron invalidados los nombramientos de la República y tuvo que presentarse a oposiciones a cátedras de griego de enseñanza secundaria. Fue profesora en Cádiz, Granada, Bilbao, Barcelona (Instituto Maragall). Se jubiló en 1982 como docente en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid.

Tomasa Oterino Sánchez, natural de Galinduste (Salamanca) obtuvo el Grado en 1934 y en ese mismo año fue profesora ayudante. Desde abril de 1935 profesora auxiliar de Lengua Latina en la Universidad de Salamanca. Su expediente académico está plagado de sobresalientes y 6 premios extraordinarios. En julio de 1936 aprobó los Cursillos de Selección para Profesorado de Segunda Enseñanza en la asignatura de latín; no se incorporó, perdiendo los derechos adquiridos en ese proceso de selección. Finalizada la guerra pasaría a ejercer como profesora en Institutos de Segunda Enseñanza, opositando a adjuntías de latín y griego, y ejerciendo, entre otros Institutos, en el femenino de Salamanca, Lucía de Medrano (Flecha, 2010: 292-295).

Mª Luisa Sánchez Bellido, nació en Alcañices (Zamora). Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca y se licenció en 1934. Fue profesora agregada de Lengua y Literatura Española del Instituto Nacional de Enseñanza Media de Albacete. Fue catedrática y vicesecretaria del Instituto Bachiller Sabuco (Albacete). Como resultado de los procesos de depuración del profesorado de los Institutos de Educación Secundaria, fue apartada de la docencia. En 1941 fue confirmada en su cargo como profesora, con destino en la localidad de Madridejos (Toledo).

Las hermanas y licenciadas en Filosofía y Letras, Isabel y Mercedes de Vega Martín son otras dos profesoras de la Universidad de Salamanca que se incorporaron en 1935. Recibieron nombramientos sucesivos de ayudante, auxiliar o encargada de cátedra vacante en las asignaturas de Historia de España, Lengua y Literatura Latinas, Lenguas Clásicas y Filología Latina. Isabel, siendo estudiante, había asistido como becaria a los Cursos de la Universidad de Verano de Santander. En Madrid, cuando estalla la guerra, como otras profesoras, participará en los Cursillos de Selección. Se reintegrará a su destino en la Universidad salmantina en noviembre de 1937, continuando unos años en la docencia universitaria después de 1939, hasta que se incorporó a la docencia en Institutos de Segunda Enseñanza (Flecha, 2010: 292-295).

De las salmantinas María Sánchez Cuadrado, Pilar Sánchez Valiente, Bárbara Santos Rincón y Alicia Montejo Parro, cabe destacar que fue esta última la única que ejerció como profesora agregada en el Instituto Nacional de Enseñanza Media de Tarragona, en la especialidad de francés.

Por último, recordemos que Nieves Faes Villaverde, natural de Cuba, estudió Filosofía y Letras en Salamanca. Obtuvo el Grado en 1936 y el título en 1939. El 1 de julio de 1955 fue nombrada profesora de italiano en el Instituto Nacional de Enseñanza Media Jovellanos de Gijón.

En la década de 1930-1940 se incorporaron a los estudios de Químicas 7 nuevas alumnas. En 1934 lo hizo la palentina María del Rosario Román Arroyo. Hermana de la médica oftalmóloga, Petra Román Arroyo, e hija de Emilio Román Retuerto, catedrático numerario de Geometría analítica y decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca. También catedrático de Ciencias de la Universidad Central de Madrid. Rosario fue profesora ayudante de clases prácticas, y poco después, profesora auxiliar en la asignatura de Análisis Matemático. Su ejercicio profesional posterior fue el de profesora Agregada de Enseñanza Media (Flecha, 2010: 295).

Paulatinamente se fueron incorporando otras estudiantes, como la salmantina Natividad Sánchez Ferrero, María de las Mercedes Unceta Conde, María del Carmen Villalobos Mier, Arsela Nieto Brezmes. Ésta última se licenció en Químicas 1935 con premio extraordinario y en 1936 fue una de las cursillistas para ingresar en el Cuerpo de Profesores adjuntos de Institutos Nacionales de Enseñanza Media. En 1951 fue profesora adjunta de Física y Química en el Instituto Zorrilla de Valladolid. En 1955 se le reconoció el derecho a formar parte de la Sección segunda del Escalafón del Cuerpo de Profesores adjuntos de Institutos Nacionales de Enseñanza Media.

Carmen Villalobos Mier, era hija de Filiberto Villalobos. Estudió Ciencias Químicas y se licenció en 1934. Fue profesora de la Escuela Fábrica de Cerámica de Madrid. María Asunción Macías García, natural de San Cristobal (Zamora), consiguió el Grado en 1934 y el Título en 1935; por último, María del Carmen Zorita Viota, natural de Salamanca, obtuvo el Grado en 1940.

En la Facultad de Medicina estudiaron y se licenciaron María Alonso Nart y Petra Román Arroyo. La primera era natural de Gijón y se licenció, con sobresaliente, en abril de 1932. Petra Román, natural de Palencia, fue una conocida oftalmóloga salmantina, que se licenció en el curso 1938-1939 con premio extraordinario. En 1942 ingresó por oposición en los Servicios Provinciales de Sanidad del Estado como médica oftalmóloga. Abrió consulta privada en Salamanca y ejerció la profesión de oftalmóloga con gran reconocimiento de sus pacientes. Su tenacidad se puso de manifiesto al disputar desde 1965 la plaza de Oftalmología del Seguro Obligatorio de Enfermedad en Salamanca. En 1975 se convocó un concurso de traslado de la Escala de Médicos Especialistas en Oftalmología. A Petra Román, aunque declinó participar en dicho concurso, se le adjudicó con carácter forzoso el destino de La Coruña. Su padre, Emilio Román Retuerto, fue catedrático numerario de Geometría analítica y decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca. También fue catedrático de Ciencias de la Universidad Central de Madrid. Su hermana fue Rosario Román Arroyo.

Por último, a la Facultad de Derecho accedió María Arias Camisón, natural de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca). Se licenció el 4 de noviembre de 1932.[32] Las cifras que aportan otras investigaciones difieren de los señalados: en el curso 1931-1932, según los Anuarios Estadísticos, la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca contaba con 3 alumnas oficiales y 4 libres. Igual número se apunta para el curso 1932-1933. En cambio, en el curso 1934-1935 serían 5 alumnas oficiales y 8 libres (Gómez, 2014: 1022) (Tabla 5).

Las cifras de estudiantes universitarias en todas las Facultades en esta última década analizada pueden variar significativamente por las circunstancias históricas que vivió este país, especialmente durante la Guerra Civil española. La falta de memorias anuales elaboradas por la Universidad de Salamanca a partir de 1934, y la coyuntura bélica de 1936-1939, trastocan las estadísticas. Es probable que el cómputo señalado en nuestra investigación cambie a medida que se localicen, depuren y cotejen otras fuentes. El careo de las mismas en investigaciones futuras ayudará a determinar las cifras reales.

CONCLUSIONESTop

La trayectoria vital y profesional de las estudiantes que pasaron por la Universidad de Salamanca en el primer tercio del siglo XX responde al estereotipo de las pioneras universitarias que a finales del siglo XIX decidieron continuar sus estudios secundarios y acceder a los estudios universitarios. Las jóvenes que llegaron a las aulas salmantinas en los inicios del siglo XX lo hicieron por verdadera vocación y con el afán de ejercer una profesión para la que se habían preparado en sus estudios universitarios, superando todo tipo de obstáculos. Contaron con el respaldo familiar en la búsqueda de su autonomía y realización personal. Más de un centenar de mujeres se matricularon en la Universidad de Salamanca desde 1900 a 1939. En la Facultad de Filosofía y Letras se han localizado en las fuentes consultadas 58; en la Facultad de Ciencias, Sección de Químicas 24; en la de Medicina 12 y 3 en Derecho. Estos últimos estudios fueron los menos demandados por las alumnas universitarias. Aunque en el siglo XIX las dos estudiantes que se matricularon en la Universidad de Salamanca eligieron la carrera de Filosofía y Letras, las pioneras de la primera década del siglo XX eligieron Medicina. En la segunda década superaron las licenciaturas en Ciencias (químicas) a los de Medicina, y, a partir de la década de los años veinte, quedaron ampliamente superados por Filosofía y Letras. Es en esa década cuando se multiplicó por diez el acceso de las mujeres a la Universidad salmantina. Un porcentaje alto procedía de familias de clase media, cuyos padres ejercían profesiones liberales (médicos, profesores, veterinarios…) y la procedencia geográfica fue variada: un elevado porcentaje (63,9%) fueron castellano-leonesas, en especial de Salamanca (37,1%) y Zamora (15,4%); seguidas de las vascas (5,1%), madrileñas (3%); andaluzas (3%); extremeñas (3%); castellano manchegas (2,06%); navarras (2%); y en igual proporción, aragonesas (1%); murcianas (1%); catalanas (1%) y asturianas (1%). Procedentes de Argentina llegó un 1% y de Cuba un 2%. De las que se tiene más información sobre su biografía se sabe que las que estudiaron Medicina ejercieron la profesión en diferentes lugares de la geografía española, bien en la sanidad pública bien en clínicas privadas. La mayoría de las que cursaron los estudios de Filosofía y Letras y Ciencias (químicas), opositaron para la enseñanza secundaria o para Archivos y Bibliotecas. Más del 80% de ellas fueron brillantes alumnas e investigadoras, con unos expedientes académicos sobresalientes. Cinco de ellas se doctoraron y una docena fueron profesoras temporales en la Universidad de Salamanca, aunque acabaran ejerciendo la docencia en la enseñanza media. Las alumnas con los expedientes más brillantes fueron becadas y pudieron trasladarse a universidades extranjeras para ampliar estudios. Sus estancias en la Residencia de Señoritas y en la de Estudiantes de Madrid fueron clave, no sólo para ampliar su bagaje intelectual, sino también para trabar amistad con personajes relevantes de la España de los años treinta. Algunas, víctimas del contexto que les tocó vivir (Guerra Civil y Dictadura Franquista), sufrieron la represión y el exilio. Todas las que ejercieron la docencia pasaron por al proceso de depuración al que fue sometido el profesorado español.

Como muy bien señaló Consuelo Flecha, el acceso de las mujeres a la universidad, en Salamanca y en el resto de España, representó una ruptura con la costumbre. Sus aspiraciones y su modo de realizarlas, inquietaron a una época no acostumbrada a que se pudiera mirar la realidad desde perspectivas diferentes a las tradicionales. Pusieron todo su tesón y constancia para adaptarse a un tiempo lento, que colisionaba con un ámbito de intereses ya establecido. Se empeñaron en desarrollar o adquirir capacidades no reconocidas en los rasgos básicos de la identidad -cerrada y dependiente- que se les permitía tener, y se adentraron en la búsqueda de una experiencia diferente, contribuyendo a una ampliación progresiva del horizonte de posibilidades para tantas otras que les sucedieron. Sus demandas tenían que ver con la exigencia de poder participar en actividades del mundo público -en este caso en la educación superior y en el ejercicio profesional correspondiente-, reivindicando un espacio propio dentro de un marco ya existente, la Universidad, en igualdad de condiciones con los hombres. Era para ellas la apertura a un espacio público y también simbólico: el acceso al saber.


RECONOCIMIENTOSTop

Mi más sincero y cariñoso agradecimiento a Josefina Cuesta Bustillo, catedrática emérita de Historia Contemporánea de la Universidad de Salamanca, por impulsar y dirigir equipos de investigación multidisciplinarios e interuniversitarios durante más de treinta años.

La investigación que presentamos es el resultado del Proyecto subvencionado por la Junta de Castilla y León, SA 233U14 (2015-2017) y por el Ministerio de Ciencia e Innovación HAR 2011-29514. Ministerio de Economía y Competitividad [MINECO], HAR2014-58342R.

NOTASTop

[1]

Afirmaciones de Ana Carabias, profesora de la Universidad de Salamanca, en el documental Liberadas del olvido, https://www.youtube.com/watch?v=k-jIde57V2g [Fecha de consulta: 30/06/2018].

[2]

Citado en http://www.lahojadelmonte.es/marineo.pdf. [Fecha de consulta: 30/06/2018].

[3]

En 1882, a pesar de que una Real Orden de 16 de marzo suspendía, en lo sucesivo, ‘la admisión de las Señoras a la Enseñanza Superior’, obtuvieron el Grado de Doctorado en Medicina por la Universidad Central, María Dolores Aleu Riera y Martina Castells Ballespí. Una Real Orden de 11 de junio de 1888 acordó que las mujeres fueran admitidas a los estudios dependientes de esa Dirección General de Instrucción Pública como alumnas de enseñanza privada.

[4]

Catalina Lara en “Un siglo de mujeres en la Universidad”. http://elpais.com/diario/2010/09/09/opinion/1283983205_850215.html. [consultado 30/diciembre/ 2017].

[5]

[AHUSAL]. Libro Registro de Títulos 1877-1948. Registro General 864, sig. AC L-107, fol. 90).

[6]

El matrimonio formado por Buenaventura Iglesias y Francisca Recio Pérez tuvo nueve hijos: Manuel, Anunciación, Inocencia, Teresa, Ángel, María, Vitoriano, Eladio y Rita. María, una de las hijas, murió tempranamente.

[7]

Ángel se licenció en Medicina con 27 años y obtuvo la calificación de aprobado. El título le fue expedido el 5 de enero de 1916. [AHUSAL]. Libro Registro de Títulos 1877-1948. Registro General 864, sig. AC L-107, fol. 97).

[8]

Archivo histórico. Universidad de Salamanca. [AHUSAL], Registro general de matrículas signatura: LR, 34 y 35.

[9]

[AHUSAL], Registro general de matrículas, signatura: LR, 34 y 35.

[10]

[AHUSAL]. Libro de Registro de Títulos, sig. AC L 107, folio 83.

[11]

[AHUSAL]. Libro de Registro de Matrículas y Exámenes, Facultad de Medicina, sig. LR 25. Archivo General de la Administración (AGA), caja 15867.

[12]

Certificaciones de 7 de septiembre de 1907 y 30 de septiembre de 1910 del Instituto General y Técnico de Salamanca.

[13]

[AHUSAL]. Libro de Registro de Títulos, sig. AC L 107, folio 94.

[14]

[AHUSAL]. Libro de Registro de Títulos, sig. AC L 107, folio 94.

[15]

[AHUSAL]. Libro de Registro de Títulos, sig. AC L 107, folio 103.

[16]

Memorias del curso académico 1919-1920. Gredos USAL.

[17]

[AHUSAL]. Libro de Registro de Títulos, sig. AC L 107, folio 101.

[18]

Su hermano Pedro García-Dorado se licenció en medicina el 21 de junio de 1918 con la calificación de sobresaliente con premio. Al estallar la Guerra Civil en 1936 fue asesinado en Ávila, donde desempeñaba el cargo de Jefe Provincial de Sanidad. Su hermana Elvira no fue estudiante universitaria.

[19]

El 29 de enero de 1962 era catedrática numeraria del Instituto Nacional de Enseñanza Media de Alicante y formó parte de un Tribunal de oposiciones a cátedras de latín y lengua y literatura españolas para Institutos Nacionales de Enseñanza Media. BOE, nº 25, 29-1-1962, p. 1388.

[20]

[AHUSAL]. Libro de Registro de Títulos, sig. AC L 107, folio 102.

[21]

Se examinó de las asignaturas Teoría de la Literatura y de las Artes (sobresaliente) Historia Universal (sobresaliente) y Paleografía (notable).

[22]

[AHUSAL]. Libros de registro de matrícula de la Facultad de Ciencias (años- cursos 1915/16 al 1941/1942. Registro General 188, signatura, L 45.

[23]

Ibídem.

[24]

En el BOE de 15 de septiembre de 1941, p. 7094, se nombra a Mercedes Cosío funcionaria interina del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.

[25]

Josefina Vidaur y Cortaberría escribió en 1935 el siguiente artículo “El primer libro impreso en España con ilustraciones”. Boletín de Bibliotecas y Bibliografía, Madrid, II, 1935, pp. 207-221.

[26]

Información facilitada por María José Turrión en el Seminario Rostros del Olvido. Mujeres en la Universidad de Salamanca, celebrado el 9 de marzo de 2018 en la Hospedería Fonseca de Salamanca.

[27]

Información facilitada por su hija María Jesús Aragón García. Nuestro más sincero agradecimiento por su colaboración.

[28]

Terminado el bachillerato, Ascensión simultaneará Filosofía y Letras con Magisterio, carreras ambas que acaba a los veintidós años con un brillante historial académico que repetirá al matricularse después en Derecho y Ciencias Sociales. Logra el título de licenciada en Derecho y Filosofía en enero de 1922, tal como recoge la revista Blanco y Negro el 11 de diciembre de 1921. https://www.abc.es/hemeroteca/historico-14-06-2008/abc/Valencia/la-primera-abogada-de-espa%C3%B1a_1641933196731.html. [Consultado 30 / diciembre / 2017].

[29]

Victoria Kent ingresó en 1920 en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid, para cursar la carrera como alumna no oficial. Se licenciará en junio de 1924 y se colegiará en enero de 1925. En paralelo, y por las mismas fechas, Clara Campoamor también se licenció en Derecho por la misma Universidad y en 1925 se convirtió en la segunda mujer en incorporarse al Colegio de Abogados de Madrid, un mes después que Victoria Kent. En 1928, Carmen Cuesta del Muro, fue la primera Doctora en Derecho. Su padre fue un reputado médico salmantino que, años después del nacimiento de Carmen, continuó su exitosa carrera profesional en Madrid. http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=cuesta-del-muro-carmen. [Consultado 30 / diciembre / 2017].

[30]

[AHUSAL]. Libros de Registro General de matrícula no oficial. Facultad de Filosofía y Letras (Sección de Letras) (Cursos 1915-1927/28). Registro general 561 – Sign. L 69.

[31]

Información facilitada por María José Turrión.

[32]

A las mujeres en 1931 se las autorizó para ser notario y registradora de la propiedad, pero en 1934 se le denegó el acceso a la judicatura y a la fiscalía. Durante la Guerra Civil (1936-1939) se nombraron las primeras mujeres juezas, magistradas y fiscales. Pero esta igualdad con el hombre acabaría con la Dictadura de Franco. Vázquez Osuna, Federico (2009), “Las primeras mujeres juezas y fiscales españolas (1931-1939)”. Revista Arenal, vol. 16, nº 1: 133-150.

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