Culture & History Digital Journal 11 (2)
Diciembre, e025
eISSN: 2253-797X
https://doi.org/10.3989/chdj.2022.025

Más allá de las fronteras. Ahmed Hassan Mattar y su activismo entre África y Sudamérica

Beyond the borders. Ahmed Hassan Mattar and his activism between Africa and South America

Daniel Kersffeld

CONICET-Universidad Torcuato di Tella, Buenos Aires, Argentina

https://orcid.org/0000-0003-3083-8173

RESUMEN

La biografía de Ahmed Hassan Mattar expresó las múltiples líneas identitarias asumidas por aquellos cuadros revolucionarios de las primeras décadas del siglo XX, que surgieron en un mundo colonial y neocolonial y que desarrollaron su actividad política en escenarios diversos y en ámbitos distantes de su propia cultura. La historia de A. H. Mattar es, por tanto, la de un militante y periodista de origen sudanés que desenvolvió su labor política en África, especialmente en Marruecos, junto con Abd el-Krim, el caudillo de la guerra del Rif, así como también en países europeos como Francia y Alemania, una vez incorporado a la Internacional Comunista. Sin embargo, sería en Sudamérica, en países como Argentina, Brasil y Chile, donde se destacaría no solo en las luchas antiimperialistas sino también como cronista y dirigente comunitario de las comunidades de origen árabe, incluso, produciendo originales investigaciones de naturaleza empírica y estadística. En suma, el derrotero de Mattar puede ser apreciado como el de un activista que comprendió la realidad social de una época determinada y que asumió a la política como un compromiso de lucha contra el colonialismo y el imperialismo.

PALABRAS CLAVE: 
Antiimperialismo; Abd el-Krim; Internacional Comunista; Periodismo, Brasil, Argentina, Chile, colectividades árabes
ABSTRACT

The biography of Ahmed Hassan Mattar expressed the multiple identity lines assumed by those revolutionary cadres of the first decades of the 20th century, who emerged in a colonial and neocolonial world and developed their political activity in different settings and distant spheres of their own culture. The story of A. H. Mattar is, therefore, that of a militant and journalist of Sudanese origin who developed his political work in Africa, especially in Morocco, together with Abd el-Krim, the warlord of the Rif, as well as in European countries such as France and Germany, once incorporated into the Communist International. However, it would be in South America, in countries like Argentina, Brazil, and Chile, where he would stand out not only in anti-imperialist struggles but also as a chronicler and community leader of communities of Arab origin, even producing original empirical and statistical research. In sum, Mattar’s course can be seen as that of an activist who understood the social reality of a certain time and who assumed politics as a commitment to fight against colonialism and imperialism.

KEYWORDS: 
Anti-imperialism; Abd el-Krim; Communist International; Journalism; Brazil; Argentina; Chile; Arab communities

Recibido: 25  febrero  2021. Aceptado: 07  julio  2021.

Citation/Cómo citar este artículo: Kersffeld, Daniel (2022) “Más allá de las fronteras. Ahmed Hassan Mattar y su activismo entre África y Sudamérica”. Culture & History Digital Journal 11 (2): e025. https://doi.org/10.3989/chdj.2022.025

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

 

El recorrido biográfico de Ahmed Hassan Mattar expresó las múltiples líneas identitarias asumidas por aquellos cuadros revolucionarios de las primeras décadas del siglo XX que, surgidos en un mundo colonial y neocolonial, desarrollaron su actividad política en escenarios diversos y, en general, en ámbitos distantes de su propia cultura e idiosincrasia. Un profundo sentido universalista y cosmopolita atravesó la identidad de aquellos que vivían la realidad del imperialismo y del colonialismo como una situación no reductible a su propio entorno comunitario y, eventualmente, nacional y que, en cambio y en la práctica podía ser asumida en cualquier lugar del planeta.

La Revolución Rusa detonó y amplió los márgenes de quienes se sintieron impulsados como soldados internacionalistas y creyentes en la construcción de la idea de soberanía nacional y bajo una orientación popular, de acuerdo a la creencia de que de igual modo resultaban útiles para el combate en su propia tierra o en ámbitos completamente ajenos a ella. En todo caso, y como se revela en el caso de Mattar, su convicción, su experimentada formación política y, especialmente, el conocimiento de idiomas, le posibilitaron una importante inserción en los movimientos políticos radicales de la época, como militante pero también como cronista y periodista.

Mientras tanto, la experiencia de vida del activista africano en América Latina se vio enriquecida a partir de su labor periodística, pero también por su desempeño político e incluso comunitario. El despliegue de Mattar en la realidad latinoamericana se produjo a partir de su vinculación con diversos círculos de participación e inserción, entre los que se destacan el ámbito profesional, aquel brindado por organizaciones políticas como el Partido Comunista y el peronismo, el de las élites económicas y políticas en Brasil y, finalmente, también el de los círculos comunitarios conformados por los inmigrantes de origen árabe y religión islámica establecidos en países como Chile, Colombia y Argentina.

En todos los casos, y más allá de su eventual cambio de nombre en Brasil cuando optó por la radicación en este país, Mattar se presentaba como un activista y periodista con amplio recorrido en África y Europa, con múltiples contactos a partir de sus andanzas y de su experiencia como combatiente del Rif, y con vinculaciones políticas y sociales relevantes, como la del caudillo norafricano Abd el-Krim. Especialmente para su labor periodística y política, y según se desprende de las ocasionales entrevistas realizadas, cobraba preeminencia su condición de “hombre de Oriente”, con la enorme cuota de exotismo y de fascinación que una imagen así podía proveer en los periódicos latinoamericanos.

La autobiografía de Mattar, Sindbad of the Sudan, publicada en 1968Mattar, A. H. (1968) Sindbad of the Sudan. Khartoum: Ministry of Foreign Affaires., resume solo en parte su extenso derrotero político de casi sesenta años. En tanto que personificación de un moderno “Simbad”, se resumen en él tres condiciones centrales y yuxtapuestas: como viajero incansable, como un extranjero casi en permanente actividad en los países en los que vivió y, siempre, como hombre público y político, si bien en esta última línea aparecerán dudas válidas sobre la naturaleza verídica de su propia narración.

En todo caso, y más allá de que varias de las experiencias y anécdotas plasmadas en su autobiografía puedan ser ficticias, el recorrido planteado sirve en cambio para dar cuenta de las múltiples peripecias y aventuras de un activista reconvertido en personaje de una narración planteada como una novela antes que como un relato ajustado a la realidad de los hechos, tal como ellos hayan tenido lugar. Sin duda, la reconstrucción de los principales acontecimientos dentro de la biografía del periodista sudanés debió ser resuelta a partir de múltiples fuentes, principalmente periodísticas, aunque también documentales y hasta literarias, sin por ello reducir el interés en una autobiografía novelada y que, por ende, entrelaza realidad con ficción a un mismo tiempo1 En la recepción de la figura de Mattar puede percibirse así la imagen construida en torno al sentido de “Oriente” tal como se forjó en la escena política y cultural latinoamericana desde fines del siglo XIX: por un lado, como fascinación y exotismo en torno a pueblos árabes y africanos, pero también, y puntualmente a raíz del conflicto colonial español y francés en Marruecos y especialmente en el Rif, con un sentido solidario desde las filas de la izquierda y entre los círculos de obreros y trabajadores (ver Said, 2018). .

Viajero incansable, Ahmed H. Mattar recorrió tres continentes estableciendo redes políticas, pero también periodísticas y comunitarias. Como cuadro de la Comintern, como agente de la lucha anticolonial o como cronista del acontecer político de su tiempo, contó siempre con los medios y con los contactos necesarios para favorecer sus desplazamientos entre África, Europa y América. La posibilidad de obtener financiamiento para sus viajes revelaba su personalidad emprendedora y por momentos también avasallante, pero también daba cuenta de la confianza depositada en él por sus innumerables labores y por el éxito de sus principales misiones. Ya sea que fuera financiado desde Moscú o desde Berlín, por su desempeño periodístico, como referente comunitario o gracias a emprendimientos propios, Mattar se caracterizó en todo momento por su versatilidad y por un profundo sentido de adaptabilidad que lo llevaría, incluso, a adoptar un nuevo nombre durante su prolongada estancia en Brasil.

De hecho, podemos utilizar una mirada cifrada en la historia transnacional para seguir los pasos de un activista cuya práctica iba más allá de las fronteras nacionales establecidas y que logró desenvolver su labor política en contextos ajenos a su cultura y formación. El transnacionalismo evidenciado por Mattar y por los cuadros revolucionarios de su generación, auto concebidos como migrantes en estado permanente, en donde resultaban comunes el viaje de estudios, el exilio y las misiones internacionales, puede por lo general ser entendido como un cuestionamiento a los límites geográficos consagrados a partir del desempeño político. Desde una noción central del desplazamiento y de la actividad desenvuelta en múltiples escenarios, cuadros internacionalistas como Mattar contribuyeron a plantear una perspectiva metodológica abierta a nuevos interrogantes y a inquietudes originales. De igual modo, la historia transnacional permite seguir el recorrido biográfico de personalidades como la del periodista sudanés a partir de un conjunto documental diverso, fragmentado, y disperso entre varios países, y cuya comparación puede incluso contradecir los “relatos oficiales” creados por el propio sujeto2 Para profundizar en los conceptos de la historia transnacional, recomendamos la lectura de trabajos de historiadores como Akira Iriye (2013), Ian Tyrell (2007) y Michel Gobat (2013). .

FORMACIÓN POLÍTICA Y PARTICIPACIÓN EN LA CAMPAÑA DEL RIF

 

Ahmed Hassan Mattar nació el 2 de febrero de 1904 en el pueblo de Omdurman, ubicado en los alrededores de Jartum, capital de Sudán. Sus primeros tiempos de vida transcurrieron en un escenario de enorme significación para la historia política sudanesa, ya que en 1898 se había producido la batalla en la que las milicias anglo egipcias al mando de Lord Herbert Kitchener derrotaron al movimiento de resistencia Ansar, compuesto por los seguidores del líder político y religioso Muhammad Ahmad, “El Mahdí” (“El guiado correctamente”), y que luego dieron muerte a su sucesor, Abdallahi ibn Muhammad, conocido como “El Khalifa”, eliminando así al Estado independiente que se había podido conformar en el norte del país. De ese modo, y debido al derecho de conquista, en 1898 se constituyó el condominio que aseguró el control total británico sobre Sudán, y con Egipto como un socio menor, aunque con importante influencia local.

Desde su infancia, Ahmed Hassan Mattar estuvo envuelto en los distintos conflictos y procesos políticos y sociales que atravesaron al mundo árabe, en las primeras décadas del siglo XX. Así, y para disfrutar de una mejor situación económica, sus padres Haji Hassan Ibrahim Ali Abdo Mattar y Al Hajjah Amna bint Muhammad, se establecieron en Wad Madani, un punto comercial en pleno ascenso en Sudán gracias a la exportación de algodón y trigo, y en donde Ahmed comenzó su educación primaria. Más tarde, en Jartum, la falta de recursos impidió su ingreso al Gordon Memorial College, prestigioso colegio creado por la administración británica para la educación y formación de las futuras élites sudanesas. Posteriormente, la familia se estableció en Medina, durante un período en el que su padre trabajó en la construcción del ferrocarril del Hejaz, en Arabia Occidental, un ambicioso proyecto de ingeniería y con amplias resonancias geopolíticas, a través del cual el Imperio Otomano intentó lograr la unificación de un territorio cada vez más difícil de gobernar comprendido entre Damasco y la península arábiga. Por esta época, su educación se vio enriquecida además por el aprendizaje de los idiomas inglés y turco, además del árabe que ya hablaba.

Como muchos jóvenes de su generación, imbuidos por igual de un pensamiento nacionalista y anticolonialista, Mattar se involucró cada vez más en la revuelta árabe iniciada en 1916, ya durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial. Se trató de un particular proceso político determinado, al mismo tiempo, por la creciente agitación de líderes árabes en contra de la dominación turca otomana, y por la oscilante política imperialista británica que establecía convenientes alianzas con unos y con otros para mantener una presencia que, a la larga, se tornaría cada vez más conflictiva en la región. En gran medida debido a la influencia de su abuelo, que había llegado a Arabia para unirse como oficial al ejército del Jerife Hussein bin Ali Sharif al-Hejaz, Ahmed H. Mattar dio muestras de una precoz y singular participación política al verse implicado dentro de un complot a favor del rey Abdulaziz y en contra de la Fuerza Expedicionaria egipcia, formación militar organizada por Gran Bretaña. Descubierta la conspiración, el futuro periodista fue detenido y enviado al consulado inglés, para desde allí ser expulsado a Sudán junto con su abuelo. De nuevo en Jartum, continuó sus estudios en una escuela de la comunidad griega y, ayudado por su padre, comenzó a trabajar en el servicio postal en 1918.

Interesado en conocer el mundo, con un espíritu político cada vez más inquieto y frente a la necesidad por profundizar conceptualmente su inicial ideología nacionalista y anticolonialista, entre 1921 y 1923 Ahmed H. Mattar realizó al menos tres viajes a El Cairo, lo que le permitió tomar contacto con una realidad distinta a la que él frecuentaba en Jartum. Mientras tanto, aprovechó sus viajes para mejorar sus conocimientos de inglés y para comenzar a estudiar francés e italiano. En El Cairo y en Alejandría tomó contacto con grupos radicales y nacionalistas que abogaban por un Egipto independiente, sin presencia británica, y comenzó a armar sus propias redes de contactos intelectuales y políticos en tanto que, gracias a su creciente formación cultural, comenzó a ejercer el periodismo como una actividad novedosa pero que a la larga le resultaría altamente redituable.

Con el objetivo de conocer en profundidad la situación política del continente africano, Mattar viajó hasta Mombasa, capital de la colonia británica de Kenia, que había sufrido violentas protestas sociales a principios de la década de 1920. En el principal puerto de África oriental trabajó en la oficina de salud pública, lo que le permitió además adquirir nociones de la lengua suajili. Transcurrido un tiempo se desplazó a Liberia, estado independiente fundado en 1847 por colonos estadounidenses y nutrido por sucesivas migraciones de esclavos afroamericanos liberados3 Sobre su estancia en Liberia, Mattar publicaría el artículo “O unico povo livre do occidente africano” en Clarim da Alvorada (Brasil) el 1 de julio de 1928 (Alberto, 2011, p. 321). .

El joven activista sudanés aprovechó además para viajar a Europa y establecer sus iniciales contactos en el mundo del periodismo y de la política. En 1923 llegó a Marsella donde comenzó a vincularse con grupos y organizaciones anticoloniales conformados por inmigrantes de origen africano. Así, tomó contacto con las redes de independentistas nutridas por sus compatriotas sudaneses, así como también por egipcios, y estrechó vínculos con la organización conducida por Muhammad Ibn ‘Abd el-Karim El-Jattabi, popularmente conocido como Abd el-Krim, líder de la insurgencia que, contra las autoridades españolas y francesas, daría vida al efímero gobierno del Rif en el norte africano que, ya en 1922, había enviado su solicitud de admisión a la Sociedad de las Naciones. Para el siguiente año, la así llamada “República del Rif” comenzó a vivir su etapa de mayor afianzamiento en términos políticos y organizativos, siempre con Abd el-Krim al frente del nuevo Estado (Pennel, 1986Pennell, C. R. (1986) A country with a government and a flag: the Rif War in Morocco, 1921-1926. Wisbech: Menas.)4 Hacia 1921 Abd el-Krim ya era el principal líder anticolonialista en Marruecos, y desde esa posición preparó la sublevación general del Rif, contando con el apoyo de las cabilas (tribus) amaziges (o bereberes) y arabófonas que habitaban la zona. Fortalecido por sus victorias contra los españoles, en 1925 adquirió una trascendencia todavía mayor cuando se enfrentó con éxito a las tropas francesas. Sin embargo, la alianza entre España y Francia sellaría el destino de Abd el-Krim al siguiente año, provocando su derrota. En 1926 se entregó a las tropas francesas e inició un prolongado exilio en la Isla de la Reunión, cerca de Madagascar y posteriormente en Egipto, donde fallecería en 1963, luego de asistir al proceso independentista del norte de África (Madariaga, 2009). En los años ’20, Abd el-Krim fue reconocido por la izquierda y el liberalismo latinoamericano como uno de los principales referentes a nivel internacional de las luchas anticolonialistas (Fleischmann y Nenadović, 2020, pp. 16-19). .

En tanto que en enero de 1924 el nombre de Ahmed H. Mattar cobraría trascendencia en buena parte del mundo árabe cuando envió un telegrama al flamante primer ministro Ramsay MacDonald, en el que condenaba a Gran Bretaña por su política colonial, especialmente, en Egipto y Sudán, en un contexto determinado por el aumento de las protestas populares en esos países. El telegrama fue publicado en el influyente periódico Al-Ahram, el más leído en Egipto, lo que le valió la prohibición de retornar a Sudán5 La imposibilidad de Mattar de ingresar a Sudán derivaría en un nuevo viaje a Europa, donde por un tiempo se ganó la vida en Marsella y en París como profesor de inglés bajo el seudónimo de “Frederick Herbert de Lender”. .

Poco tiempo más tarde, el 2 de febrero de 1924, Mattar llegó a Tánger para trabajar como periodista y luego editor en el periódico Akhbar el Alam, propiedad del Capitán S. Cyril Beresford Mundey, representante local de la Sociedad Británica de la Media Luna Roja, organización que procuraba una mejor situación para los heridos y damnificados por la Guerra del Rif (Sasse, 2006, p. 73Sasse, D. (2006) Franzosen, Briten und Deutsche im Rifkrieg 1921-1926 Spekulanten und Sympathisanten, Deserteure und Hasardeure im Dienste Abdelkrims. München: R. Oldenbourg Verlag, Pariser Historische Studien.)6 Las sociedades de la Media Luna Roja existieron en países con una población mayoritariamente musulmana. Durante la Primera Guerra Mundial, la Media Luna Roja otomana y egipcia desempeñó un papel importante en la prestación de ayuda humanitaria. Aunque no se reconoció oficialmente hasta 1923, después de que Egipto obtuvo la independencia (unilateral) de Gran Bretaña, la Media Luna Roja de ese país desarrolló sus primeras estructuras organizativas y proporcionó ayuda dentro y fuera de los límites egipcios. . Entre el joven periodista y el caudillo independentista se estableció una rápida y profunda vinculación, marcada por el diálogo y la confianza. Para Ahmed H. Mattar, Abd el-Krim era el líder de una causa que se asociaba directamente con su propio proyecto político, situado dentro de las luchas anticoloniales del siglo XX y enmarcado en una ideología que apuntaba hacia la transformación social (El Messaoudi-Ahmed, 2016El Messaoudi-Ahmed, F. (2016) El Rif, sus élites y el escenario internacional en el primer tercio del siglo XX (1900-1930). Barcelona: megustaescribir.). Para el caudillo marroquí, el activista sudanés representaba un puente cada vez más necesario con las comunidades marroquíes y árabes existentes en Europa y América, con amplias proyecciones además hacia políticos e intelectuales que podían solidarizarse y apoyar públicamente la lucha del Rif7 Una caracterización de la personalidad del líder marroquí según el propio Mattar puede encontrarse en el artículo periodístico “Fala-nos un amigo de Abd el-Krim”, publicado el 23 de septiembre de 1925 en el diario Correio da Manha, de Río de Janeiro (ver http://memoria.bn.br/DocReader/Hotpage/HotpageBN.aspx?bib=089842_03&pagfis=22431&url= http://memoria.bn.br/docreader#). (Ageron, 1977Ageron, Ch.-R. (1977) “La presse parisienne devant la guerre du Rif (avril 1925-mai 1926)”. Revue de l’Occident musulman et de la Méditerranée, 24, pp. 7-28. Disponible en https://www.persee.fr/doc/remmm_0035-1474_1977_num_24_1_1418 ).

Según las memorias de Mattar, Abd el-Krim vio en él a un estratega político y militar por lo que se le encomendó la tarea de suministrar armas a los revolucionarios marroquíes, y de seleccionar las mejores técnicas de combate para formarlos. Para ese entonces, y como otros jóvenes de su generación, Mattar había ingresado en la Liga de la Bandera Blanca (también conocida como Asociación de la Bandera Blanca, Sociedad de la Bandera Blanca o Movimiento de la Brigada Blanca), un movimiento clandestino de resistencia nacionalista organizado por jóvenes militares en mayo de 1923 y que pasaría a la historia por desenvolver uno de los primeros intentos por la independencia de Sudán (Macías Fernández, 2016Macías Fernández, D. (2016) “La conspiración turco-comunista: espías, contrabandistas e instructores en el Rif”. Diacronie. Studi di Storia Contemporanea 28 (4), documento 3. doi: https://doi.org/10.4000/diacronie.4699 )8 La Asociación Bandera Blanca fue fundada por los oficiales Ali Abdullatif y Abdullah Khalil: abogaba por la “unidad del valle del Nilo”, exigió la independencia de Sudán y la unidad con Egipto, y prometió lealtad al rey Fuad. La detención de los principales líderes de la organización en julio de 1924 determinó un levantamiento general que intentó ser aplastado por Lee Stark mediante la prohibición de manifestaciones y huelgas (Rahim, 1966). .

A partir de su propia experiencia, durante su estancia en el Rif conformó la asociación secreta Bandera Blanca integrada por jóvenes marroquíes, similar en su estructura y proyección ideológica a la organización en la que él mismo había entrado a formar parte anteriormente. Con la finalidad de reclutar nuevos miembros para Bandera Blanca y como combatientes para las guerrillas del Rif, emprendió una gira por diversas ciudades y regiones de Marruecos, por lo que visitó Rabat, Tetuán, Meliá, Larache, Fez, Meknes y Casablanca. También fundó Al-Nizam como el primer periódico que se ocupó de la propaganda de Abd el-Krim, y cuyo principal objetivo era difundir el proceso independentista del norte africano en las comunidades marroquíes y árabes existentes en Europa y en América Latina.

Pero la principal misión que Abd el-Krim le encargó directamente a Ahmed H. Mattar tendría importantes resonancias políticas y culturales, ya que le solicitó que “organizara el trabajo educativo y actividades de sensibilización sobre los acontecimientos en el Rif en América del Sur y Europa” (Sasse, 2006Sasse, D. (2006) Franzosen, Briten und Deutsche im Rifkrieg 1921-1926 Spekulanten und Sympathisanten, Deserteure und Hasardeure im Dienste Abdelkrims. München: R. Oldenbourg Verlag, Pariser Historische Studien.). En este sentido, entre fines de la década de 1910 y principios de la de 1920, en prácticamente toda América Latina se vivió un período de nacimiento y fortalecimiento del pensamiento nacionalista y antiimperialista, así como también a favor de las transformaciones sociales y radicales en beneficio de las mayorías. La Revolución Rusa de 1917, el fin de la Primera Guerra Mundial, la reforma universitaria iniciada en 1918 y el surgimiento de los primeros partidos comunistas incentivaron el surgimiento de un nuevo pensamiento latinoamericano, de raigambre popular y antiimperialista, que no tardaría en encontrar distintos puntos de contacto, transformados en movimientos de solidaridad, con realidades similares atravesadas por otros territorios bajo imperio colonial o neocolonial, como eran los casos de China, India y, puntualmente, con el norte de África. México y los países del Cono Sur fueron así un terreno fértil para la aparición de organizaciones latinoamericanistas compuestas por obreros y campesinos, pero también por intelectuales y profesionales de las clases medias, que manifestaban un interés creciente frente a movimientos de protesta o insurrecciones armadas ocurridos en otras naciones y continentes.

Mattar viviría un hito bautismal como colaborador en la redacción y posterior difusión, a fines de 1924, de la declaración “Abd-El-Krim se dirige a los pueblos de América Latina”9 La declaración fue publicada en el diario Crítica, de Buenos Aires, 5 de enero de 1925, y tuvo una inmediata repercusión a nivel latinoamericano (Bergel, 2020). , de amplia repercusión en prácticamente toda la región y que contribuiría a afianzar los lazos entre las izquierdas y progresismos latinoamericanos y el movimiento insurgente norafricano. Para cumplir con el objetivo de la difusión internacional de su ideario antiimperialista, Abd el-Krim aprovecharía la importante capacidad de A. H. Mattar para establecer contactos con dirigentes y referentes políticos y culturales, sin duda, ayudado por su conocimiento de idiomas, como el árabe, el inglés y el francés y, últimamente, también el español. Una de las principales relaciones fue establecida, justamente, con el grupo “Renovación”, conducida por los intelectuales argentinos José Ingenieros y Aníbal Ponce, y ligado a su vez con la Unión Latinoamericana (ULA), establecida en Buenos Aires en 1925.

Los sucesos políticos que se desencadenaron en Sudán en 1924 se convirtieron en un aliciente de enorme importancia y determinaron el definitivo involucramiento de Ahmed H. Mattar en el movimiento independentista de su nación de origen. El proceso de protesta en contra de la colonización británica tendría su máximo pico de tensión el 19 de noviembre de 1924 con el asesinato en El Cairo del general sir Lee Stack, el Sirdar Stack10 “Sirdar” es una derivación en Egipto de “Sardar” título de nobleza, frecuente en el mundo árabes e islámico, que se usó originalmente para denotar a príncipes, nobles y a otros aristócratas. , gobernador general de Sudán y comandante en jefe del ejército egipcio. A continuación, varias unidades del ejército sudanés se amotinaron en Jartum el 27 de noviembre de 1924 y las tropas del gobierno británico reprimieron los motines dos días más tarde. Unas 30 personas murieron en el curso de la rebelión, incluidos 15 soldados del gobierno británico, en tanto que tres de los líderes del movimiento insurreccional fueron posteriormente ejecutados. Como consecuencia del estallido popular, la Fuerza de Defensa de Sudán (SDF), financiada por los gobiernos británico y egipcio, finalmente se estableció el 1° de enero de 1925 (Rahim, 1966Rahim, M. (1966) “Early Sudanese Nationalism: 1900-1938”. Sudan Notes and Records, 47, pp. 39-64. Disponible en http://www.jstor.org/stable/44947303 ).

En Egipto, la situación de Mattar se complicaría enormemente cuando fue señalado como terrorista y como uno de los responsables del atentado mortal contra el gobernador Stack. Como miembro de la organización Bandera Blanca y junto con un correligionario, el joven activista sudanés fue arrestado bajo el cargo de complicidad en el atentado, encarcelado por un mes y sometido a interrogatorios por parte de las autoridades británicas. Aunque el futuro periodista y cuadro político internacionalista fue liberado, sobre él recayó la sospecha de que se trataba de un agente altamente peligroso, y que debía ser forzado al destierro. Perseguido por la policía política del imperio británico, con temor a ser aprehendido en Europa y sin poder residir ni en Egipto ni en Sudán, Mattar contempló la posibilidad de escapar muy lejos aprovechando para ello sus contactos en el mundo del periodismo, pero sin dejar de participar en actividades políticas y sin perder sus vinculaciones con las organizaciones rebeldes y anticoloniales de África. Por ende, y desde Alejandría, en el norte egipcio, partió con rumbo a Génova. Una vez en el puerto italiano logró encaminarse hacia Brasil, una nación que, según sus propias memorias, no había conocido hasta ese momento, pero con la que tenía contacto como corresponsal del diario O Jornal do Rio de JaneiroO Jornal. Río de Janeiro.

UN CUADRO INTERNACIONALISTA ENTRE LA POLÍTICA Y EL PERIODISMO

 

Apenas llegó a Río de Janeiro en abril de 1925, Ahmed H. Mattar comenzó a estudiar portugués, en tanto frecuentaba las distintas redacciones para conseguir empleo. No tardaría en ocuparse como periodista a tiempo completo y también como traductor gracias a sus conocimientos de idiomas. Su labor periodística le permitió viajar por todo Brasil, donde además tomó contacto con las distintas comunidades de inmigrantes africanos y árabes que allí residían, conocimiento que luego redundaría en su nombramiento como editor del semanario árabe Al-Tashal, y como colaborador en Al-Dashel (Santos, 2012Santos, R. F. E. dos (2012) A África na imprensa negra paulista. Tesis de Maestría. Niteroi: Universidad Federal Fluminense. ). Su posición pronto fue reconocida por las élites y oligarquías brasileñas, varios de cuyos miembros se sorprendían por su recorrido biográfico, así como también por sus contactos internacionales, los que además fueron potenciados gracias a su nombramiento como corresponsal para periódicos europeos como The Journal. Al cabo de un tiempo fue nombrado editor en jefe de O JornalO Jornal. Río de Janeiro y, gracias al apoyo de colegas y de empresarios, consiguió ingresar en el influyente Instituto de Prensa Brasileño.

Sin embargo, ante la proyección en el Nuevo Continente de la sombra de su anterior activismo político en África, y frente a las dudas que habría podido generar en un momento donde pretendía presentarse públicamente como un periodista profesional, sin mayores vinculaciones políticas, Mattar participó en una entrevista con el objetivo de alcanzar un impacto masivo en torno a su figura. Dicha entrevista fue publicada por O Jornal do Rio de Janeiro, el 20 de septiembre de 1925 con el título de “¡No ayudó a matar al ‘Sirdar’ Lee Stack!”. En la nota se afirmaba que si bien en Sudán había sido un “revolucionario (…) perseguido con toda intensidad por la policía de su Majestad el Rey de Inglaterra”, había llegado a Brasil “buscando libertad y tranquilidad”. Sobre el imperialismo británico afirmaba que “Los ingleses combaten la independencia completa de Egipto, pero es inútil luchar contra hombres que desean ser libres. El propio ejemplo de Irlanda es una advertencia que la política imperialista de Gran Bretaña no tiene en consideración”. Así como sobre el atentado al general Stack afirmaba que “los autores del nefasto crimen eran hombres de buena voluntad, llenos de la ingenua convicción de que estaban cimentando con la sangre del general inglés el sagrado edificio de la independencia egipcia”. En tanto que con relación a Abd el-Krim, aceptaba que no solo luchaba por la libertad de Sudán y Egipto sino también por el Rif y Marruecos, ya que el caudillo “tiene pasión por la liberación africana. Nació como combatiente y morirá como combatiente”11 Ver http://memoria.bn.br/pdf/110523/per110523_1925_02073.pdf . De igual modo, en el diario O Paiz, de Río de Janeiro, el 25 de septiembre de 1925, bajo el título “O jornalista Mattar”, apareció una nota en donde se afirmaba que el periodista había salido de Sudán por cuestiones políticas, y que su estancia en Brasil era solo por el “gozo de la libertad y el sosiego”, aclarándose además que no intervendría en cuestiones políticas internas del país que lo había recibido12 Ver http://memoria.bn.br/pdf/178691/per178691_1925_14952. pdf .

Su gran capacidad para establecer relaciones y su dinámico desenvolvimiento entre los sectores de mayor poder en Brasil al cabo de un tiempo le posibilitarían a Mattar una vinculación nada menos que con Artur da Silva Bernardes, quien ocupó el gobierno nacional entre 1922 y 1926. Fue el inicio de una clara colaboración del periodista sudanés como editor y periodista de medios ligados al poder. Si bien se trataba de un presidente autoritario y oligárquico, y con amplio rechazo hacia la izquierda y a la presencia de activistas extranjeros en las filas sindicales y partidarias, seguramente pudo ver en Mattar a un colaborador estratégico en su búsqueda de un asiento permanente en la coordinación de la Liga de las Naciones, en tanto que el periodista encontró un espacio desde el cual podía seguir apoyando la campaña de Abd el-Krim en África, sin comprometerse (al menos, no públicamente) con la luchas sociales y políticas que por aquellos años se producían en Brasil.

A partir de 1925, Ahmed. H. Mattar colaboró, por tanto, como un enlace con énfasis latinoamericano de las luchas anticoloniales que estaban ocurriendo en el norte de África. Así, envió cartas y artículos firmados por Abd el-Krim a medios regionales como el periódico El tiempo, de Perú. De igual modo, su labor como periodista y como traductor contribuyó a la difusión de noticias en torno a la campaña del Rif en distintos medios brasileños, argentinos y chilenos, principalmente (Goebel, 2015Goebel, M. (2015) Anti-Imperial Metropolis. Cambridge: Cambridge University Press. ).

En el otoño de 1925 Ahmed Hassan Mattar regresó a Europa como corresponsal de periódicos brasileños y con la consigna de continuar defendiendo en el Viejo Continente a los independentistas del Rif, en un contexto en el que sobre todo la prensa francesa percibía con gran interés el desarrollo de los acontecimientos políticos en el norte africano. En este sentido, el principal interés del periodista de Sudán eran profundizar el debate en torno a la situación colonial norafricana en el seno de la Sociedad de las Naciones, por lo que viajó a Ginebra para entrevistarse con su secretario general, sir Eric Drummond, y para relatarle personalmente los crímenes de guerra de los españoles en Marruecos. Aprovechó también su viaje para establecer diálogo con funcionarios y diplomáticos interesados en la situación política que se desarrollaba en África, mientras repartía volantes y panfletos informativos sobre la naturaleza del conflicto13 Así, el 3 de noviembre de 1925, en el diario francés de izquierda L’Humanité, Mattar publicó el artículo “Une proposition de paix d’ Abd el-Krim. Un messager riffain serait arrivé à Genève”. . Además, en ciudades como Lausana y Zúrich e, incluso en Múnich, se vinculó con militares bien predispuestos al apoyo de la causa independentista rifeña, por medio de la provisión de armas y de la formación y entrenamiento de nuevos voluntarios.

Sin encontrar mayor respuesta a sus pedidos en Suiza en la Sociedad de las Naciones, a principios de 1926 Mattar viajó a los Estados Unidos, en donde dio conferencias sobre la situación del Rif, y luego retornó a Europa para vincularse a la Internacional Comunista, en particular, al Comité contra las Crueldades en Siria14 El Comité contra las Crueldades en Siria fue fundado por Willi Münzenberg a partir de la indignación generada en buena parte del progresismo europeo por el bombardeo francés a Damasco en octubre de 1925. . Ya en Berlín asistió a la reunión constitutiva de la Liga contra la Opresión Colonial (LACO), entidad fundada por el dirigente comunista alemán Willi Münzenberg que comenzó a operar formalmente a partir del 10 de febrero de 1926 denunciando las atrocidades provocadas por la dominación británica y francesa en Medio Oriente, China y el norte de África (Kersffeld, 2012Kersffeld, Daniel 2012 Contra el Imperio. Historia de la Liga Antimperialista de las Américas. México: Siglo Veintiuno. ). Cada vez más involucrado en la participación en frentes de la Comintern, también comenzó a colaborar con el Socorro Obrero Internacional15El Socorro Obrero Internacional (Internationale Arbeiter Hilfe-IAH) había sido creada en Berlín el 12 de septiembre de 1921 para responder a la petición de Lenin de reclutar apoyo internacional para combatir la sequía y hambruna que se abatían sobre el área del Volga. (SOI), en momentos en que esta organización efectuaba actividades de denuncia contra el imperialismo europeo en Asia y África y, sobre todo, en contra de la actividad colonial en Marruecos, Siria y China.

Como uno de los voceros de Abd el-Krim, y ya como un miembro activo de las organizaciones periféricas de la Internacional Comunista, brindó conferencias en círculos de musulmanes y en eventos organizados por la LACO, el SOI y por la Liga de Combatientes por el Frente Rojo (Red Front Fighters League) en varias ciudades alemanas y, especialmente, en la región del Ruhr. Aunque el eje de sus intervenciones siempre era la situación del Rif y su lucha por la liberación, en sus discursos también se refería en términos amplios a la opresión colonial, y efectuaba llamados solidarios hacia la independencia de la India, a favor de los campesinos en China, y en repudio a la conquista italiana de Libia.

A la par de su labor como activista, también desarrolló un importante despliegue político en la construcción de la LACO, cerca de uno de sus principales referentes, el dirigente de origen húngaro y mano derecha de Münzenberg Louis Gibarti. Gracias a frecuentes viajes entre Tánger y Berlín, Mattar contribuyó a construir redes entre dirigentes políticos africanos, así como también entre inmigrantes y estudiantes de fe islámica establecidos en Berlín, Londres y París. Asimismo, y además de la representación de Abd el-Krim y de los combatientes del Rif, operó como delegado del sector independentista egipcio encolumnado tras el partido Wafd, de orientación nacionalista y liberal y, especialmente, de su líder Saad Zaghloul16 Saad Zaghloul (1859-1927) fue líder del partido Wafd y luchó para poner fin al protectorado británico sobre Egipto tras la conclusión de la Primera Guerra Mundial. Fue el principal caudillo de la revolución egipcia de 1919. Tras sufrir prisión encaró negociaciones con Gran Bretaña y obtuvo la independencia parcial de Egipto. Con una nueva Constitución se celebraron elecciones por primera vez y fue elegido primer ministro, cargo que desempeñó entre el 26 de enero y el 24 de noviembre de 1924. , lo que le posibilitó poner en marcha una amplia red de contactos entre dirigentes de Egipto, Sudán, Yibuti y Kenia, y representantes del Comité contra las Crueldades en Siria.

Posteriormente, se incorporó al núcleo preparatorio de la conferencia antiimperialista que se celebraría en Bruselas en febrero de 1927. Por pedido de Münzenberg y Gibarti, realizó una extensa gira de propaganda iniciada en marzo de 1926 para seleccionar a las personalidades indicadas con la misión de asistir al próximo encuentro internacional, así como también para conseguir más adhesiones de organizaciones políticas africanas. Pero, aunque quiso ingresar a las colonias de África Occidental, como Gambia, Ghana y Sierra Leona, las autoridades británicas se lo impidieron. En cambio, consiguió pasar a Liberia gracias a sus relaciones con el presidente Charles D. B. King, quien se ocupó de hospedarlo e incluso de financiarle un viaje desde Dakar, en Senegal, a Río de Janeiro. Como resultado de la gira africana, Gibarti recibió un listado de un centenar de contactos con organizaciones de África y de las Indias Occidentales, si bien ninguno de sus representantes consiguió viajar al encuentro antiimperialista de Bruselas del siguiente año. En tanto que luego de una estancia de unos meses, Mattar retornó a Berlín desde Brasil a fines de 1926 (Weiss, 2014Weiss, H. (2014) Framing a Radical African Atlantic: African American Agency, West African Intellectuals and the International Trade Union Committee of Negro Workers. Brill: Leiden-Boston.).

En febrero de 1927 Ahmed Hassan Mattar participó en el Congreso en el que, bajo el liderazgo de Willi Münzenberg, se produjo el nacimiento formal de la Liga contra el Imperialismo y la Opresión Colonial. Celebrado en el Palacio Egmont de Bruselas, y organizado de manera encubierta desde la Comintern, el evento internacional contó con la presencia de 175 delegados, 107 de los cuales procedían de 37 países coloniales. En plena crisis del movimiento insurreccional posterior a la rendición de Abd el-Krim ocurrida el año anterior, Mattar asistió al evento como representante de la Asociación de Defensa del Rif en Sudamérica y Europa, si bien estuvo oficialmente acreditado como delegado de la “prensa árabe” proveniente de Marruecos. En dicho ámbito, es muy probable que el periodista sudanés haya podido ampliar su ya de por sí extensa red de contactos internacionales, principalmente vinculados al continente africano y a parte del europeo y, en menor medida, al latinoamericano17 La cercanía establecida entre Ahmed Hassan Mattar y Willi Münzenberg puede ser constatada a través de la siguiente anécdota narrada por Margarethe Buber-Neuman en Von Potsdam nach Moskau: Stationen eines Irrweges (“From Potsdam to Moscow: Stations of an Erring Way”). Babette Gross invitó a su hermana a encontrarse con “camaradas internacionales” en Berlín. Cuando Buber-Neumann llegó al apartamento que Münzenberg compartía con Gross, el lugar estaba lleno de una “mezcla de razas multicolores: negros, chinos y mahometanos (…) todos nacionalistas resplandecientes”, p. ej. Lansbury, el artista Käthe Güssfeld, Gumede, Senghor, Gomez, Mazhar Bey El Bakri de la sucursal siria de Rebels en Berlín (“Hauptquartier der syrischen Aufständischen”), Besso Lominadze, Mattar, Hansin Liau y La Guma. Sorprendido por el “patetismo y la alegría” de la fiesta, BuberNeumann observó cómo Münzenberg prestó especial atención a ciertos invitados. Mientras que la “alegría” hizo que Lominadze, Gómez y El Bakri se pusieran a cantar “canciones divertidas”, Gumede consideró que esto era ofensivo y le dijo a Münzenberg que tal comportamiento no era apropiado para “auténticos luchadores”. Luego de honrar se señalar los logros del Congreso de Bruselas, Gumede instó a todos a cantar “La Internacional”, una idea a la que Münzenberg puso fin, pidiendo a todos que dejen de cantar (citado en Petterson, 2013, p. 150). .

Una de los principales resultados de la intervención de Mattar en dicho foro fue su colaboración con Étoile Nord Africaine (North African Star) organización nacionalista desarrollada entre la inmigración argelina en Francia, conformada con apoyo del Partido Comunista, y que tuvo en el dirigente Messali Hadj a su principal inspirador. Junto con Hadj Ali, Chadly Kheirallah, y Messali Hadj, probablemente participó en reuniones con varios invitados al Congreso de Bruselas como Jawaharlâl Nehru (de la India), Mohamed Hatta (Indonesia) y Lamine Senghor (Senegal), entre otros (Makalani, 2011, p. 137Makalani, M. (2011) In the Cause of Freedom: Radical Black Internationalism from Harlem to London 1917-1937. Chapel Hill: University of North Carolina Press.). A partir de su experiencia como colaborador de las luchas independentistas del Rif, es probable además que el sudanés haya contribuido a delinear parte del ideario de esta organización en torno a puntos concretos de su agenda política como la independencia de Argelia, la realización de una asamblea elegida por sufragio universal y la conformación de un ejército nacional tras la retirada de las tropas de ocupación francesas (Simon, 2000Simon, J. (2000) Messali Hadj par les textes. Saint-Denis: Éditions Bouchène.).

Una vez concluido el Congreso de Bruselas, Ahmed H. Mattar retornó a Alemania, donde en el mes de marzo de 1927 desarrolló una intensa agenda de presentaciones y conferencias en distintas ciudades como Dortmund, Lütgendortmund, Hörde, Lünen y Castrop-Rauxel, puntos en los que el Partido Comunista vivía un proceso de fortalecimiento desde mediados de la década de 1920. En todos los casos, el periodista habló en nombre del Socorro Obrero Internacional sobre la “opresión colonial y la lucha de los pueblos oprimidos por su libertad política y económica” en general, y sobre la liberación de los combatientes del Rif en contra de Francia y España en particular. En dichas localidades, y con la presencia de Mattar, el Partido Comunista organizó manifestaciones en contra de la guerra en Marruecos y China y llevó adelante el reclamo de “Manos fuera de la Rusia soviética”. El periodista sudanés también asistió en Moscú a las celebraciones por los diez años de la Revolución Rusa, evento multitudinario que, según sus memorias, no solo le permitió conocer a delegados y representantes provenientes de todos los confines del planeta, sino también profundizar sus conocimientos sobre socialismo y teoría marxista.

Al cabo de un tiempo, y además de Alemania, las conferencias de Mattar se desarrollaron en otros países europeos, principalmente, en Francia, Bélgica y Países Bajos, llegando a completar más de un centenar de presentaciones, siembre sobre la temática del imperialismo y sus efectos en Marruecos y en otros países de África, Asia y América Latina. Finalmente, en octubre de 1927, mientras se encontraba en la ciudad alemana de Merseburg, la Reichskommissar für Überwachung der öffentlichen Ordnung (Reich Commissar for the Supervision of Public Order) ordenó su detención, la revocatoria de su visa, y su inmediata expulsión de Alemania.

El derrotero posterior de Ahmed H. Mattar fue amplio, prácticamente sin rumbo fijo, con tareas políticas desarrolladas en Europa, como así también en América Latina y África. Así, en Clarim Da Alvorada, periódico principalmente leído por la población negra paulista, el 1° de julio de 1928 el cronista sudanés publicó el artículo “O único povo livre del continente africano”, con referencia a Liberia. En este sentido, abogó por la independencia de las naciones africanas, y defendió especialmente a Liberia y a Etiopía, como ejemplos de comunidades libres y soberanas, formulando al mismo tiempo un llamado a los gobiernos latinoamericanos a fortalecer sus vínculos con los pueblos africanos.

LA EXPERIENCIA POLÍTICA EN ARGENTINA Y BRASIL

 

Ahmed Hassan Mattar tuvo una intensa agenda política en Argentina en 1929 aunque su labor propagandística a favor de los combatientes del Rif se encontraba un tanto desfasada de la situación internacional que por aquel momento se vivía en el norte africano. En este sentido, la importancia de la presencia del emisario sudanés en territorio argentino era útil, más bien, para fortalecer la imagen internacionalista del Partido Comunista y, especialmente, para terminar de consolidar a las bases de su más reciente experimento, la Liga Antiimperialista “Grupo de Izquierda”. Así, Mattar resultó útil como referente de las luchas anticoloniales y nacionalistas desarrolladas en un lejano entorno, y en una clara disputa política con otra filial de la Liga Antiimperialista, pero que respondía al Partido Comunista Obrero, surgido a principios de 1926 a partir de una escisión “por izquierda” del PCA y que, por su periódico, La Chispa, era conocida como “chispista18 Desde sus orígenes en 1918 (aunque todavía bajo la denominación de Partido Socialista Internacional), el Partido Comunista atravesó distintas crisis motivadas por la lucha interna de facciones entre un ala más moderada, otra más “centrista” y, finalmente, una más “radical”, que mantendría el predominio en la dirección de la organización hasta mediados de la década de 1920. El cambio en la cúpula del Partido fue posible gracias a una alianza entre los sectores moderados y centrista, y con apoyo externo desde la Unión Soviética (ver Camarero, 2007 y Kersffeld, 2012). .

De igual modo, la presencia de Mattar en Argentina resultaba auspiciosa y reveladora de la creciente vinculación del Partido Comunista con sus homólogos europeos y también con la Liga contra el Imperialismo, entidad global periférica a la Comintern y coordinada desde Berlín por el dirigente comunista Willi Münzenberg. Como ya se ha visto, el delegado sudanés había sido un activo participante de la Liga en países como Alemania, Francia e Inglaterra. Además, y como se sabe, la figura de Abd el-Krim era todavía atractiva a nivel internacional y, especialmente, en América Latina en tanto que, en el caso particular de Argentina, su promoción podía ayudar a vincular al PCA a aquellos inmigrantes españoles que se manifestaban contrarios a la conquista del norte de África.

Por otra parte, la intervención protagónica de Mattar en las distintas actividades motorizadas por el Partido Comunista, en las que se presentaba como un experimentado cuadro político internacional, lo situaba en una relación directa con la Comintern. En este sentido, difícilmente el PCA hubiera contado con Mattar si éste no hubiera demostrado su vocación revolucionaria, justamente, en aquella etapa abierta por el VI° Congreso de la Comintern en Moscú, en 1928, en la que se buscaba robustecer la doctrina del movimiento comunista internacional, radicalizar su estrategia política, y fortalecer la relación con las bases obreras, al mismo tiempo que pretendía aislarlo de otras organizaciones partidarias y sindicales. En este sentido, podemos verificar que todavía a finales de los años veinte el involucramiento ideológico del periodista sudanés era lo suficientemente importante como para que se lo tuviera en cuenta en actividades de propaganda, alimentadas además por una notable prensa obrera, más allá de que por esta misma época, en Brasil, hubiera asumido una personalidad pública alejada de cualquier controversia ideológica.

El 5 de abril de 1929, Mattar tuvo su debut en la escena política argentina por medio de su participación en un acto “contra el imperialismo español”, en el que también tomó parte el dirigente comunista Paulino González Alberdi, de origen ibérico. Posteriormente fue llevado en una gira promocional por las ciudades de Mendoza, Córdoba y Rosario a fin de robustecer las filiales de la Liga Antiimperialista “Grupo de Izquierda” allí existentes. En todos los casos, Mattar se explayaba en torno a los derechos de las “naciones oprimidas”, y se refería a la Liga de las Naciones como una “liga de imperialistas”, invitando a los asistentes a asociarse a la Liga contra el Imperialismo y a donar fondos para la participación de una delegación argentina en el siguiente congreso mundial antiimperialista a realizarse ese mismo año en la ciudad alemana de Frankfurt19 El 23 de mayo de 1929, en el diario El Orden, de Santa Fe, se publicó una entrevista a Mattar. Bajo el calificativo de “viajero raro”, el diario subraya la presencia en Argentina de este periodista “cosmopolita”, “propagandista de los pueblos oprimidos” y “hombre de vasta cultura y de ideas avanzadas”. Dando cuenta además de un sentido exacerbado por lo exótico ante la presencia en la redacción del visitante africano, en el diario se trazó la siguiente descripción física: “Una figura menuda y ágil. Grandes ojos expresivos y melancólicos. Tez asoleada, morena, en la que parece que una mano hábil hubiera dibujado a tinta china una barba simpática. Cabeza prototipo de la raza mora brava y altiva y recia que nunca pudo nadie avasallar. Apenas se mira su figura es forzoso imaginarlo con el albo traje característico, ciñendo el afilado alfanje de romántica leyenda. Entra y es como si la caballeresca epopeya del pueblo rifeño se adentrara en nuestra casa, con toda la larga y grandiosa heroicidad de sus hijos aguerridos”. Ver http://www.santafe.gov.ar/hemerotecadigital/diario/494/ .

En tanto que a mediados de mayo de 1929 se produjo la llegada a la Argentina del general Julio César Rivas, delegado personal del caudillo Augusto C. Sandino, líder de la lucha contra la presencia estadounidense en Nicaragua, frente al presidente Hipólito Yrigoyen. El acto que dio cierre a la manifestación de apoyo al líder nicaragüense tuvo un perfil decididamente internacionalista, contando como oradores, además del propio Gral. Rivas, a dirigentes políticos y sindicales pertenecientes a la órbita comunista como el activista judío de origen ucraniano Gregorio Gelman, el salvadoreño Moisés Castro Morales, los españoles Francisco Pérez Leirós y Paulino González Alberdi, junto con Bartolomé Fiorini, el dirigente universitario Pablo Lejarraga y Ahmed Hassan Mattar20 Ver La Internacional (Buenos Aires) 11/5/1929 y 18/5/1929. .

Aprovechando la estancia en Argentina de los representantes de Sudán y Nicaragua, el PCA organizó distintas presentaciones en ciudades como Rosario, Mendoza, Mar del Plata, Avellaneda, Bahía Blanca, etc. En todos los casos, ambos invitados presentaban a sus auditorios, mayormente compuesto por jóvenes y por estudiantes universitarios, sus experiencias personales dentro de importantes movimientos anticoloniales, a la vez que solicitaban la creación de nuevas filiales del “Grupo de Izquierda” y buscaban su adhesión a la Liga contra el Imperialismo. Por último, estos actos también fueron utilizados para la preparación de lo que fue el primer congreso argentino de la Liga Antiimperialista de signo comunista, concebido como un evento encargado de unificar a las secciones existentes en todo el país, y de elegir una delegación que representaría a la Argentina en el próximo encuentro antiimperialista internacional en Frankfurt.

En uno de sus discursos, Ahmed Hassan Mattar se refirió en los siguientes términos a la Liga contra el Imperialismo:

Los pueblos oprimidos, ante el fracaso de sus esperanzas en la Liga de las Naciones, fundaron la Liga contra el Imperialismo. Esta asociación internacional, que está representada en la Argentina por la Liga Antiimperialista (Grupo de Izquierda) tiene por finalidad la unión de todos los pueblos oprimidos del mundo, con las masas trabajadoras de los países opresores para conseguir la realización de una vasta organización internacional que tanto desde las colonias como de las metrópolis luche por la liberación de todas las nacionalidades que gimen oprimidas bajo la tiránica dominación de las potencias extranjeras (La Internacional, 1/5/1929La Internacional. Buenos Aires.).

Una de las últimas actividades políticas del sudanés en Argentina tuvo que ver con su participación en la Primera Conferencia Antiimperialista Nacional, desarrollada entre el 29 de mayo y el 7 de junio de 1929 y organizada por el Partido Comunista a través de la Liga Antiimperialista “Grupo de Izquierda”. Durante el inicio de aquel encuentro se leyó públicamente un telegrama enviado por el Comité Directivo de la LCI firmado por su presidente, Eddo Fimmen, y por sus secretarios Willi Münzenberg y Virendranath Chattopadhyaya. Mattar envió un saludo a los asistentes en nombre de los “antiimperialistas del Rif”, y además se leyeron las adhesiones de otros importantes referentes de las luchas sociales de Argentina y de la región21 En el mencionado artículo del periódico santafesino El Orden, se señala que antes de retirarse de la redacción Mattar dedicó un autógrafo en árabe cuya traducción al castellano es la siguiente: “En ocasión de mi visita a esta Capital presento al pueblo argentino mis cordiales saludos en nombre del pueblo rifeño y de los delegados al Congreso de los pueblos oprimidos contra el imperialismo reunido en la ciudad de Bruselas. También saludo por intermedio del diario El Orden a mis hermanos que hablan el idioma árabe-Ahmad Hassan Mattar”. Ver http://www.santafe.gov.ar/hemerotecadigital/diario/494/ .

Luego de su estancia en Argentina, a fines de 1929 Ahmed H. Mattar volvió a viajar a Europa. En enero de 1930, aprovechando sus extensos contactos en la escena periodística y junto con un compañero de origen libanés, fundó una agencia de prensa en París, denominada “Bureau de la Presse Bresilienne”, de la que se convertiría en director. Para no tener problemas con la policía se hacían pasar por agentes comerciales y por “egipcios”, lo que suponía una contrariedad para la seguridad británica antes que para la francesa (Goebel, 2015, p. 149Goebel, M. (2015) Anti-Imperial Metropolis. Cambridge: Cambridge University Press. ). Una vez consolidada la agencia en París, instalaría una sucursal en la ciudad de Niza en octubre de 1930. Sus redes eran extensas e incluían medios como New York Herald (de la colonia estadounidense en Francia), Paris Press (en París), L’Echo (en París), L’Eclaireur (en Niza) y Le Petit Marseillen (en Marsella), además de periódicos vinculados a las comunidades árabes como Revue de Liban (en París) Tribune d’ Orient (en Ginebra) y Almanrad (también en París)22 Para más información sobre las redes periodísticas de A. H. Mattar, ver Diario Carioca (Río de Janeiro, 18 de diciembre de 1930). Disponible en http://memoria.bn.br/pdf/093092/per093092_1930_00759.pdf .

Aunque con buenos vínculos con la administración del presidente de Brasil Washington Luis, el periodista sudanés se convirtió en propagandista del creciente movimiento opositor, divulgando “información verdadera” en contra de la “mentira oficial” sustentada por el gobierno y principalmente publicitada por la embajada brasileña23 Ver “O movimiento revolucionario e a Imprensa Franceza”, en Diario de Noticias (Río de Janeiro, 26 de diciembre de 1930). Disponible en http://memoria.bn.br/pdf/093718/per093718_1930_00200.pdf . Finalmente cumpliría una intensa labor de difusión una vez que se concretara la llamada “revolución brasileña de 1930”, un golpe de Estado que marcaría el fin de la República Velha y el ascenso al poder del líder del movimiento opositor y ex gobernador del Río Grande do Sul, Getulio Vargas, quien a partir del 3 de noviembre de 1930 estaría al frente de un “gobierno provisional” que se extendería hasta 193424 De acuerdo a Inés Nercesian, “Los episodios de 1930 se desataron cuando debía procederse a la renovación presidencial, finalizado el mandato del paulista Washington Luís (1926-1930). Este violó el acuerdo -mediante el cual debía sucederle un candidato de Minas Gerais- proponiendo otro hombre de São Paulo, Júlio Prestes. Así, se formó un frente opositor representado por los estados de Minas Gerais, Río Grande do Sul -por ese entonces bajo la gobernación de Getúlio Vargas (1928-1930) - y Paraíba” (Nercesian, 2010, p. 122). . La agencia de noticias desenvolvió, por tanto, un activo papel en la difusión en Europa de los acontecimientos que marcarían un cambio fundamental en la historia de Brasil. La Agencia divulgó comunicados de prensa y todo tipo de noticias en varios periódicos europeos, además de promocionar mediante publicidad los novedosos aspectos del turismo en dicho país sudamericano. Al cabo de un tiempo, Mattar vendería la agencia a un ex diplomático brasileño, obteniendo amplias ganancias como resultado de esa transacción.

El periodista regresaría a Brasil a principios de diciembre de 1930 procedente de España, donde asistió al fortalecimiento del movimiento republicano. En sus crónicas describió la situación en Barcelona, donde pudo desembarcar pese a la prohibición existente por cuestiones sanitarias. De acuerdo a su testimonio, la ciudad parecía muerta, sin transporte público y con ametralladoras en las plazas. Consiguió volver al barco y luego pasó por Almería, donde se contactó con un grupo de 8 estudiantes expulsados de la universidad de Granada. Según recordaba, luego de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, existía un clima de revuelta creciente en toda España, con movilizaciones militares y protestas de socialistas, comunistas y universitarios en contra de la monarquía de Alfonso XIII y del gobierno de Dámaso Berenguer, y a favor de un urgente retorno a la vida constitucional y republicana.

De nuevo en Brasil, Ahmed Hassan Mattar se nacionalizaría bajo el nombre de “Roberto Luiz de Barros”. Bajo su nueva denominación, y mientras desarrollaba su actividad periodística, brindaba conferencias y charlas, sobre todo, con relación a la situación internacional de África25 Así, el 29 de octubre de 1932, en la Asociación Brasileña de Prensa, brindó la charla “A Africa, a Asia e o papel da mulher nos movimientos emancipadores”. . Posteriormente, se destacaría como corresponsal de guerra al cubrir el enfrentamiento que entre 1932 y 1933 tuvo lugar entre Colombia y Perú, un conflicto limítrofe que tuvo como centro a la disputa por la ciudad de Leticia, ubicada en la cuenca del Río Putumayo.

En un nuevo viaje a Europa sufriría el impedimento para poder desembarcar en Londres en abril de 1935: sobre Mattar todavía pesaba el crimen del general Stack cometido en El Cairo once años antes26 Ver Jobim, José “O Intelligence Service Zela Pela Seguranca do Imperio. Os consulados ingleses possuem una lista de indesejaveis na qual estao incluidos Henri Barbusse e A. H. Mattar”, en Diario Carioca (Río de Janeiro) 6 de abril de 1935. Disponible en http://memoria.bn.br/pdf/093092/per093092_1935_02056.pdf . Más allá de dicho percance, su desempeño como cronista de guerra viviría una nueva etapa en ese mismo año cuando cubrió la conflagración entre Italia y Abisinia, escenario que le permitió retornar a África y difundir un conflicto armado que fue seguido con bastante interés desde Europa y América, al ser considerado como un enfrentamiento de conquista de nuevos territorios, y también como uno de los principales prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial27 Además de distintos periódicos brasileños, los artículos también fueron publicados en dos medios egipcios de importante trascendencia: Al-Hilal, uno de los más antiguos de África, así como también Al-Muqtaṭaf, de gran penetración en todo el mundo árabe. Por otra parte, el 30 de julio de 1936 Mattar publicó en Diario de Noticias, de Brasil, el artículo “Um brasileiro no Abyssinia”, con una transcripción de la extensa entrevista realizada al Emperador (ver http://memoria.bn.br/pdf/093718/per093718_1936_02948.pdf). . Establecido momentáneamente en Addis Abeba, Mattar ganó reconocimiento periodístico a raíz de una entrevista de media hora al emperador etíope Haile Selassie. Durante su estancia en la capital etíope pudo además establecer vinculaciones con distintos medios y agencias de noticias europeas, lo que aprovecharía para aumentar significativamente su red de contactos internacionales28 Mattar abandonó Abisinia y de camino a Yibuti, el barco en el que viajaba hizo escala en Port Sudan: aprovechó para descender de la ciudad en la que había estado por última en 1923. Su reencuentro con familiares y amigos fue abortado por la policía, ya que sobre él todavía pesaba la acusación sobre los incidentes de 1924, por lo que fue recluido en el barco en el que debía continuar viaje. Para una interpretación sobre el papel de la Comintern en el conflicto entre Italia y Abisinia, seguramente con implicaciones para un activista de la naturaleza de Ahmed H. Mattar, ver Bayerlein, 2020. . A su retorno a Brasil en septiembre de 1936, dictó varias conferencias sobre el conflicto en Abisinia, en tanto que firmó contrato con los periódicos La Mañana y La Tarde, y publicó el libro Las aventuras de un periodista en Etiopía, a partir de sus experiencias como cronista de guerra en África.

LA REINVENCIÓN COMO DIRIGENTE COMUNITARIO

 

Los últimos años de la década del treinta para Ahmed H. Mattar transcurrieron, fundamentalmente, entre Europa y algunos países latinoamericanos, como Brasil, en donde ya tenía fijada su residencia en la ciudad de São Paulo, así como también Uruguay y Chile, a donde se había desplazado aparentemente para cumplir con distintas misiones diplomáticas y representativas. Sin embargo, el inicio de la Segunda Guerra Mundial cambiaría radicalmente su actividad política para dar lugar, en cambio, a una nueva labor como activista comunitario y, especialmente, intelectual de las comunidades árabes asentadas en los distintos países de la región, una labor que ciertamente había desarrollado en Europa y en parte en Brasil, pero que en su madurez lo convertiría en una primera referencia de los estudios migratorios en el contexto sudamericano.

En efecto, en 1939 se estableció por un tiempo en Buenos Aires en tanto que, al siguiente año, en el mes de agosto, viajó a Santiago de Chile como cronista del periódico árabe La ReformaLa Reforma. Santiago de Chile. por las celebraciones de los cuatrocientos años de la fundación de esa ciudad29 En aquella oportunidad se lo presentó como “corresponsal de guerra de diversos diarios franceses en el conflicto ítalo-etíope”, y como “ex secretario de Abd el-Krim”. . En 1941 su labor editorial e investigativa alcanzaría una importante repercusión al poner en circulación el periódico El OrdenEl Orden. Santa Fe, Argentina., escrito tanto en castellano como en árabe y con el que pretendió presentar una visión más moderna sobre la comunidad árabe establecida en Chile, bajo una mirada internacional y ligada al desenvolvimiento de la guerra mundial. Su labor periodística fue acompañada además por la incursión radial en una de las primeras emisiones dedicadas a la comunidad árabe chilena como lo fue “La Hora Farouk”.

Pero también en ese mismo año, y bajo la denominación de “Ahmad Hassan Mattar”, publicaría una de sus obras más conocidas, la Guía social de la colonia árabe en Chile, un trabajo de indagación detallado y desarrollado a lo largo de tres años en el que recopiló un amplio conjunto de biografías de la población de origen árabe que se había establecido en ese país del Cono Sur a lo largo de las últimas décadas. El libro, señalado hasta el día de hoy como una de las primeras referencias en torno a la inmigración proveniente de los países árabes y, principalmente, de Palestina, Siria y El Líbano, fue editado por la imprenta de los hermanos Ahués y auspiciado por el Club Palestino, en tanto que su prólogo fue elaborado por el escritor y traductor chileno de origen sirio Benedicto Chuaqui. La obra, concebida a la manera de un censo o un extenso registro estadístico, le proporcionó a su autor una importante reputación no solo en Chile sino también en otros países de la región que también albergaban importantes colectividades árabes3030 Según las investigadoras Myriam Olguín Tenorio y Patricia Peña González, algunas de las importantes aportaciones vertidas por este estudio biográfico y coral de Mattar se centran en el señalamiento del año de llegada a Chile, el país y la ciudad de origen del inmigrante, su edad y su estado civil en 1941, sus actividades y ocupaciones, así como también la ciudad de residencia en Chile y la dirección de su domicilio. En tanto que, para los casados, agregaba información como el nombre y la nacionalidad de origen de la esposa, así como también la cantidad nombre y edad (en 1941) de cada hijo. No obstante, la Guía presenta una serie de deficiencias que dificultan su tratamiento, entre las que cabe mencionar el hecho de que muchos inmigrantes no eran consignados en el libro, en otros casos no aparece la totalidad de los datos y que, en el caso de las esposas, muy pocas veces se refiere a su nacionalidad de origen. En defensa del autor se puede afirmar que se trata de una obra pionera en su género, y que fue construida prácticamente de manera artesanal y empírica durante los viajes de Mattar por todo el territorio chileno. De este modo, se debe precisar que la Guía señala a 3.058 titulares, de los cuales 2.440 son árabes, en tanto que, del resto, 618 son chilenos y de un pequeñísimo número no se posee ningún dato (Olguín Tenorio y Peña González, 1990, pp. 15-16). .

Por otra parte, la extensa gira realizada por Mattar por todo el país para extender las redes de venta del periódico La ReformaLa Reforma. Santiago de Chile. , así como también para recopilar información con el objetivo de ampliar los contenidos de la Guía social, evidenció de igual modo el ímpetu comunitario del periodista sudanés. En efecto, hubo varios casos en el que su presencia en determinadas ciudades contribuyó a la fundación de centros comunitarios o en los que directamente potenció su perfil político y las labores solidarias de ayuda mutua, sobre todo, con relación a la diáspora palestina presente en Chile y con importantes lazos con Medio Oriente. Así, en Puerto Natales, en el extremo sur chileno, el Centro Árabe fue consolidado con la puesta en marcha de un “Comité local Pro Damnificados de Palestina”. También en 1938 apoyó la constitución del “Club Árabe” de Talcahuano, impulsó las labores culturales de la “Sociedad Unión Árabe” de Valparaíso, del “Club Sirio” de Santiago y de la Sociedad Unión Musulmana de San Felipe (Mattar, 1941Mattar, A. H. (1941) Guía social de la Colonia Árabe en Chile. Santiago: Imprenta Ahues Hermanos.).

La investigación casi censal desarrollada en La guía social de la colonia árabe en Chile y sus indiscutibles méritos como obra pionera de la investigación biográfica y empírica en torno a una de los principales contingentes migratorios en ese país del sur, le confirieron a su autor un amplio prestigio y reconocimiento internacional. Hasta tal punto que Mattar fue convocado por otras naciones y colectividades árabes para investigar en torno al pasado y a su establecimiento en los distintos países americanos. De este modo, y ahora con su residencia en el departamento del Atlántico, en abril de 1945 dio a conocer su Guía social de la colonia de habla árabe en Colombia. En dicha obra, el periodista describió a los inmigrantes sirios, libaneses y palestinos radicados en los municipios de Barranquilla, Puerto Colombia, Sabanalarga y Soledad.

Paralelamente, la Segunda Guerra Mundial se convirtió en un escenario donde Ahmed Hassan Mattar pudo desplegar tanto sus dotes políticas como así también periodísticas. Tempranamente, en 1942, colaboró como oficial de prensa para el grupo de gobiernos aliados que tres años más tarde concretaría la fundación formal de las Naciones Unidas31 Así, el periodista sudanés participó en el entramado político conformado por el grupo de 26 gobiernos que aceptaron el pedido del presidente F. D. Roosevelt (respaldado por Winston Churchill, Maxim Litvinov, de la Unión Soviética, y T. V. Soong, de China) y quienes a través de una Declaración se manifestaron a favor de conformar un bloque de “naciones unidas” para enfrentar a quienes sustentaban el Eje Roma-Berlín-Tokio y, de ese modo, oponerse a la firma de acuerdos de paz por separado. . Seguramente, la participación de Mattar en ese frente de países aliados fue llevada adelante para colaborar con el proceso de independencia de una buena cantidad de naciones africanas y asiáticas que hasta fines de la guerra todavía se encontraban bajo una condición colonial. Fue en este contexto que también entró en contacto con Riad Al Solh, primer ministro del Líbano, de quien se convirtió en un colaborador de importancia con el objetivo de profundizar las relaciones entre su gobierno y el de los países triunfantes del conflicto bélico.

Concluida la guerra, entre 1946 y 1947, Ahmed H. Mattar desarrolló una importante gira laboral por Canadá y los Estados Unidos donde, según sus memorias, no faltó una visita a Hollywood y el contacto personal con algunas de las principales estrechas de cine de aquel momento. Una vez cumplidas sus labores en Norteamérica, viajó a Londres en 1947. En tanto que el 4 de febrero de 1949, después de más de dos décadas y gracias al apoyo brindado por una amplia comunidad de periodistas principalmente europeos, quienes ejercieron su oportuna presión frente al consejero para Asuntos Africanos en Londres, finalmente concluyó su prolongado exilio cuando le fue permitido su ingreso a Sudán. Sin embargo, el asedio policial, las detenciones de familiares y amigos que querían verlo, y los reiterados interrogatorios lo obligaron a permanecer en Jartum, prácticamente sin salir de su domicilio, y a recibir muy pocas visitas. Su estancia en Sudán duró menos tiempo del esperado y le recordó que para las autoridades británicas todavía seguía siendo un referente incómodo y sumamente peligroso.

LOS AÑOS FINALES

 

La última etapa en la vida de Ahmed H. Mattar estuvo principalmente dedicada a la combinación entre su labor periodística y sus actividades como diplomático y como funcionario en el gobierno sudanés. A principios de la década de 1950 se concretó el regreso de Mattar a Sudamérica y en 1951 pudo realizar una nueva visita a Sudán ya a salvo de las persecuciones policiales al ser eliminado de la lista de personalidades bajo vigilancia y control. A fines de ese mismo año también viajó a Etiopía, país en el que en 1935 residió por una semana como invitado de honor del emperador Haile Selassie, con quien mantenía diálogo desde la guerra de colonización de Italia a Abisinia. En 1951 también fue designado como secretario del agregado de prensa de la embajada de Egipto en Buenos Aires, cuatro años después del establecimiento de relaciones políticas entre Argentina y ese país africano.

Más allá de las actividades diplomáticas formales e institucionales, Mattar se destacaría como uno de los principales impulsores del acercamiento entre Argentina y Egipto, una vez que en este país se produjera la abolición de la monarquía el 18 de junio de 1953, y el consecuente ascenso al poder del General Muhammad Naguib, con quien además de su identificación ideológica compartía el mismo origen en el Sudán anglo egipcio. En una época de ascenso del Movimiento de Países No Alineados y, específicamente, de encuentro entre líderes árabes y latinoamericanos que compartían su oposición a la dominación económica y política ejercida por Estados Unidos y Reino Unido (Aidi, 2015Aidi, H. D. (2015) “Let Us Be Moors Islam, Race, and ‘Connected Histories’”. En: E. Curtis, ed., The Bloomsbury Reader on Islam in the West. London: Bloomsbury Academic.), activistas como Mattar contribuyeron al acercamiento entre Naguib y el presidente argentino Juan Domingo Perón.32 Así, “a lo largo de todo el siglo pasado, en particular durante la Guerra Fría, los líderes latinoamericanos, desde Fidel Castro en Cuba hasta Juan Perón en Argentina, manifestaron su apoyo a las causas políticas de los árabes e invocaron la solidaridad entre árabes y latinos frente a la dominación imperialista, a menudo destacando los vínculos culturales con el mundo árabe a través de la España musulmana” (Aidi, 2015, pp. 241-242). Más allá de las distancias políticas y culturales, el presidente argentino podía ser asimilado por el nuevo gobierno egipcio como un modelo en cuanto a la defensa de la soberanía, el impulso a las prácticas nacionalistas y el principal artífice de una iniciativa de “justicia social”.

En este sentido, los acontecimientos que determinaron la caída del rey Faruq y su reemplazo por el General Naguib fueron especialmente seguidos por escritores y cronistas de origen árabe establecidos en América Latina y, particularmente, por aquellos situados en Argentina, quienes desde su situación diaspórica no tardaron en establecer identificaciones y comparaciones entre el nuevo gobernante egipcio y el presidente Perón y, de manera más amplia, entre los procesos políticos desarrollados en dos países tan distantes pero que sin embargo evidenciaban muchos puntos en común en su historia y en su presente. Periódicos como El Eco de Oriente, fundado por el inmigrante libanés Naguib Baaclini, editado en la provincia argentina de Tucumán, pero de amplia circulación entre las colectividades árabes existentes en el norte argentino, fortalecieron esta identificación a partir de una mirada militante y de compromiso por la profundización de los vínculos políticos entre ambos gobiernos. Hasta tal punto que el número del 24 de febrero de 1953, contenía el siguiente artículo firmado por el propio Baaclini: “Naguib, visto por un viejo amigo: ‘Egipto ya tiene su Perón’” (citado en Balloffet, 2020Balloffet, L. P. (2020) Argentina in the Global Middle East. Stanford, CA: Stanford University Press. ).

En el mismo número de El Eco de Oriente, fue publicada una extensa entrevista de Naguib Baaclini a Ahmed H. Mattar, en la que este afirmaba lo siguiente: “¿Naguib? … ¡Es el Perón de Egipto! Ustedes los argentinos pueden entender perfectamente a Naguib, porque han tenido que luchar tenazmente, como nosotros, por su libertad, y lo han logrado gracias a su magnífico líder, que es similar a Naguib”. Elementos como la justicia social y la defensa de la soberanía nacional resultaban comunes a ambos líderes entre quienes se sugería que, además, compartían determinados niveles y circuitos de información. Mattar informó que había hablado extensamente con Naguib sobre las características del peronismo y que había actuado como un mensajero de “abundante documentación” llevada desde Buenos Aires a El Cairo. Específicamente, mencionó que en su siguiente viaje a Egipto estaría “llevando en su maleta el Segundo Plan Quincenal”, elaborado por el gobierno peronista en 1953 (Ballofet, 2018Balloffet, L. P. (2018) “Argentine and Egyptian History Entangled: From Perón to Nasser”. Journal of Latin American Studies, 50 (3), August, pp. 549-577. doi: https://doi.org/10.1017/S0022216X17001171 ).

Más allá del papel efectivamente cumplido por Mattar en el afianzamiento de la relación entre ambos gobernantes, resultaba claro el papel ejercido por una diplomacia paralela establecida por periodistas, intelectuales y profesionales de origen árabe establecidos en Argentina, lejos de su patria de origen, pero con los suficientes contactos y vínculos informales como para llevar adelante la conformación de redes para la circulación de información y de noticias de carácter reservado. En tanto que en 1957 Mattar viajó a la India como invitado oficial del primer ministro Nehru, a quien había conocido tres décadas antes, cuando ambos habían participado en el Congreso Antiimperialista celebrado en la ciudad de Bruselas.

Cuando Sudán se independizó el 17 de noviembre de 1961, Mattar fue convocado para colaborar en el establecimiento del Ministerio de Relaciones Exteriores. Su experiencia y trabajo resultaron fundamentales para la creación y puesta en marcha de las áreas de protocolo, prensa y traducciones. De hecho, fue por esta época que publicó otro libro, Reglas del protocolo, tanto en árabe e inglés. Sin embargo, gracias a la importante labor política y diplomática ejercida por el sudanés en Buenos Aires, en 1962 se le encomendó ampliar su radio de intervención cuando fue nombrado como consejero de prensa de las misiones diplomáticas egipcias en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, países en los que tenía múltiples relaciones, tanto periodísticas como diplomáticas, a partir de su profunda experiencia política y comunitaria.

Los últimos años de actividad política y diplomática desenvuelta por Ahmed Hassan Mattar tuvieron lugar en Argelia, donde apoyó a las organizaciones opositoras a la presencia colonial francesa, y en su tierra natal Sudán, en una época compleja en la historia del país, marcada por violentos cambios, golpes corporativos y asonadas militares. El ya anciano periodista, superviviente de las luchas nacionalistas de la década de 1920, fue contratado en 1969 una vez que se conformó el gobierno que daría vida a la República Democrática de Sudán, presidido por Babiker Awadalla y con preeminencia de sectores de izquierda y comunistas en el gabinete. De este modo, Mattar se sumó al Ministerio de Relaciones Exteriores y, como reconocimiento a su extensa trayectoria política, se lo designó primero como director de América Latina y luego como director de Protocolo. Ahmed Hassan Mattar murió a fines de 1985 en Jartum.

CONCLUSIONES

 

Aunque desconocido para la mayoría de los historiadores, Ahmed H. Mattar comienza finalmente a encontrar su lugar en los estudios y ensayos dedicados a los movimientos anticolonialistas y antiimperialistas del siglo XX y, especialmente, en aquellas investigaciones centradas en las biografías de agentes y cuadros políticos, que operaron de manera prácticamente autónoma, y que fueron capaces de conjuntar diversos proyectos políticos (y hasta ideológicos) en función de un único objetivo: la lucha por la emancipación (y eventualmente también por la igualdad social) frente a los poderes fácticos externos.

Así, y aunque Mattar parece haber sido silenciado o marginado de los relatos históricos convertidos en “canónicos”, otros investigadores (quizás alentados por nuevos paradigmas y miradas innovadoras sobre la historia) como Dirk Sasse, Michael Goebel, Fredrik Petersson y Lily Balloffet, han recuperado distintas fases y perfiles de su derrotero ya sea como un activista internacional que permanecía todavía oculto dentro de los grandes relatos en torno al conflicto del Rif o del desarrollo de la Comintern y sus organizaciones periféricas o, incluso, dentro del heterogéneo universo conformado por el peronismo, en Argentina, y sus vinculaciones con los gobiernos nacionalistas de Medio Oriente. Por otra parte, menos alcance han tenido hasta el momento aquellas aproximaciones más vinculadas a la historia de la inmigración en América del Sur, pese a la importancia del periodista de origen sudanés en la conformación de la colectividad árabe en Chile como todo un campo de estudios en sí mismo.

Más allá de las diferencias de enfoque, o del perfil elegido para resaltar la labor política de Mattar, lo cierto es que su recorrido biográfico enuncia la complejidad de la historia de los movimientos coloniales, sobre todo, de la primera mitad del siglo XX. Tal como lo plantea Benedict Anderson en su obra Bajo tres banderas. Anarquismo e imaginación anticolonial (2014Anderson, B. (2014) Bajo tres banderas. Anarquismo e imaginación anticolonial. Madrid: Ediciones Akal.) Mattar perteneció a una generación de activistas nacidos y formados en las últimas décadas del siglo XIX bajo lo que el historiador denomina una “mundialización temprana”, una nueva era en la que la globalización pudo desenvolverse a partir del desarrollo tecnológico, una mayor velocidad en las comunicaciones y el avance de las principales potencias en territorios periféricos y, eventualmente, también inexplorados. Así, la era positivista e imperialista pueda ser entendida también como una etapa de fuerte desarrollo y arraigo del “transnacionalismo” como una marca identitaria propia de quienes eran formados, por aquel entonces, en las luchas nacionales y sociales del mundo periférico.

Pese a las diferencias culturales, étnicas y lingüísticas, pudo comenzar a trazarse una identidad en común entre aquellos activistas que, como Mattar, no podían concebir el combate por un nuevo sentido de nación únicamente en aquel lugar donde habían nacido o donde posteriormente residieron. Por el contrario, su vocación internacionalista llevaría a este tipo de militantes a actuar más allá de las fronteras establecidas, encontrando en distintas causas de emancipación al menos un factor que pudiera vincularse o recrearse en función de su inicial formación política o de su principal cometido o misión. Fue justamente una condición de la transterritorialidad lo que favoreció que Mattar pudiera asimilar y adquirir como propias la lucha independentista en Sudán, en Argelia y en Marruecos, lo mismo que la defensa de un movimiento nacional y popular en Argentina y en Egipto, más allá de que pudiera estar residiendo en Brasil o en Alemania.

En su biografía, Ahmed Hassan Mattar expresa, por tanto, la fecundidad de la lucha anticolonial y antiimperialista, más allá de donde esta pudiera surgir y desarrollarse. En todo caso, el periodista de origen sudanés representa un cabal ejemplo del sentido de adaptabilidad de los cuadros internacionalistas de la época, capaz de construir redes dentro de otras redes, de participar de manera simultánea en varias organizaciones revolucionarias, y de establecer relaciones y contactos en territorios profundamente alejados en términos geográficos, pero, sobre todo, culturales y políticos. La geografía se convirtió así en un factor “político” para un activista como Mattar quien, prácticamente desde un principio, comprendió la necesidad de actuar y de movilizarse en varios frentes al mismo tiempo.

NOTAS

 
1

En la recepción de la figura de Mattar puede percibirse así la imagen construida en torno al sentido de “Oriente” tal como se forjó en la escena política y cultural latinoamericana desde fines del siglo XIX: por un lado, como fascinación y exotismo en torno a pueblos árabes y africanos, pero también, y puntualmente a raíz del conflicto colonial español y francés en Marruecos y especialmente en el Rif, con un sentido solidario desde las filas de la izquierda y entre los círculos de obreros y trabajadores (ver Said, 2018Said, E. (2018) Cultura e imperialism. Barcelona: Debate.).

2

Para profundizar en los conceptos de la historia transnacional, recomendamos la lectura de trabajos de historiadores como Akira Iriye (2013)Iriye A. (2013) Global and Transnational History: The Past, Present, and Future. Basingstoke and New York: Palgrave Macmillan., Ian Tyrell (2007)Tyrrel, Ian (2007) Transnational Nation. United States History in Global Perspective since 1789. Basingstoke: Palgrave Macmillan. y Michel Gobat (2013)Gobat, M. (2013) “The Invention of Latin America: A Transnational History of Anti-Imperialism, Democracy, and Race”. The American Historical Review, 118 (5), December, pp. 1345-1375, https://doi.org/10.1093/ahr/118.5.1345 .

3

Sobre su estancia en Liberia, Mattar publicaría el artículo “O unico povo livre do occidente africano” en Clarim da Alvorada (Brasil) el 1 de julio de 1928 (Alberto, 2011, p. 321Alberto, P. (2011) Terms of Inclusion: Black Intellectuals in Twentieth-century Brazil. Chapell Hill: University of North Carolina Press.).

4

Hacia 1921 Abd el-Krim ya era el principal líder anticolonialista en Marruecos, y desde esa posición preparó la sublevación general del Rif, contando con el apoyo de las cabilas (tribus) amaziges (o bereberes) y arabófonas que habitaban la zona. Fortalecido por sus victorias contra los españoles, en 1925 adquirió una trascendencia todavía mayor cuando se enfrentó con éxito a las tropas francesas. Sin embargo, la alianza entre España y Francia sellaría el destino de Abd el-Krim al siguiente año, provocando su derrota. En 1926 se entregó a las tropas francesas e inició un prolongado exilio en la Isla de la Reunión, cerca de Madagascar y posteriormente en Egipto, donde fallecería en 1963, luego de asistir al proceso independentista del norte de África (Madariaga, 2009Madariaga, M. R. de (2009) Abd-el-Krim el Jatabi: la lucha por la independencia. Madrid: Alianza Editorial. ). En los años ’20, Abd el-Krim fue reconocido por la izquierda y el liberalismo latinoamericano como uno de los principales referentes a nivel internacional de las luchas anticolonialistas (Fleischmann y Nenadović, 2020, pp. 16-19Fleischmann, S. y Nenadović, A., eds. (2020) “Presentación”. En: América Latina - África del Norte - España. Lazos culturales, intelectuales y literarios del colonialismo español al antiimperialismo tercermundista. Madrid: Iberoamericana Vervuert. ).

5

La imposibilidad de Mattar de ingresar a Sudán derivaría en un nuevo viaje a Europa, donde por un tiempo se ganó la vida en Marsella y en París como profesor de inglés bajo el seudónimo de “Frederick Herbert de Lender”.

6

Las sociedades de la Media Luna Roja existieron en países con una población mayoritariamente musulmana. Durante la Primera Guerra Mundial, la Media Luna Roja otomana y egipcia desempeñó un papel importante en la prestación de ayuda humanitaria. Aunque no se reconoció oficialmente hasta 1923, después de que Egipto obtuvo la independencia (unilateral) de Gran Bretaña, la Media Luna Roja de ese país desarrolló sus primeras estructuras organizativas y proporcionó ayuda dentro y fuera de los límites egipcios.

7

Una caracterización de la personalidad del líder marroquí según el propio Mattar puede encontrarse en el artículo periodístico “Fala-nos un amigo de Abd el-Krim”, publicado el 23 de septiembre de 1925 en el diario Correio da ManhaCorreio da Manha. Río de Janeiro., de Río de Janeiro (ver http://memoria.bn.br/DocReader/Hotpage/HotpageBN.aspx?bib=089842_03&pagfis=22431&url= http://memoria.bn.br/docreader#).

8

La Asociación Bandera Blanca fue fundada por los oficiales Ali Abdullatif y Abdullah Khalil: abogaba por la “unidad del valle del Nilo”, exigió la independencia de Sudán y la unidad con Egipto, y prometió lealtad al rey Fuad. La detención de los principales líderes de la organización en julio de 1924 determinó un levantamiento general que intentó ser aplastado por Lee Stark mediante la prohibición de manifestaciones y huelgas (Rahim, 1966Rahim, M. (1966) “Early Sudanese Nationalism: 1900-1938”. Sudan Notes and Records, 47, pp. 39-64. Disponible en http://www.jstor.org/stable/44947303 ).

9

La declaración fue publicada en el diario Crítica, de Buenos Aires, 5 de enero de 1925, y tuvo una inmediata repercusión a nivel latinoamericano (Bergel, 2020Bergel, M. (2020) “De los Viajes de Sarmiento a la recepción ‘prototercermundista’ de la Guerra del Rif: tres momentos en las conexiones culturales entre América Latina y el Norte de África”. En: S. Fleischmann y A. Nenadović, eds., América Latina - África del Norte - España. Lazos culturales, intelectuales y literarios del colonialismo español al antiimperialismo tercermundista. Madrid: Iberoamericana Vervuert.).

10

“Sirdar” es una derivación en Egipto de “Sardar” título de nobleza, frecuente en el mundo árabes e islámico, que se usó originalmente para denotar a príncipes, nobles y a otros aristócratas.

11

Ver http://memoria.bn.br/pdf/110523/per110523_1925_02073.pdf

12

Ver http://memoria.bn.br/pdf/178691/per178691_1925_14952.pdf

13

Así, el 3 de noviembre de 1925, en el diario francés de izquierda L’Humanité, Mattar publicó el artículo “Une proposition de paix d’ Abd el-Krim. Un messager riffain serait arrivé à Genève”.

14

El Comité contra las Crueldades en Siria fue fundado por Willi Münzenberg a partir de la indignación generada en buena parte del progresismo europeo por el bombardeo francés a Damasco en octubre de 1925.

15

El Socorro Obrero Internacional (Internationale Arbeiter Hilfe-IAH) había sido creada en Berlín el 12 de septiembre de 1921 para responder a la petición de Lenin de reclutar apoyo internacional para combatir la sequía y hambruna que se abatían sobre el área del Volga.

16

Saad Zaghloul (1859-1927) fue líder del partido Wafd y luchó para poner fin al protectorado británico sobre Egipto tras la conclusión de la Primera Guerra Mundial. Fue el principal caudillo de la revolución egipcia de 1919. Tras sufrir prisión encaró negociaciones con Gran Bretaña y obtuvo la independencia parcial de Egipto. Con una nueva Constitución se celebraron elecciones por primera vez y fue elegido primer ministro, cargo que desempeñó entre el 26 de enero y el 24 de noviembre de 1924.

17

La cercanía establecida entre Ahmed Hassan Mattar y Willi Münzenberg puede ser constatada a través de la siguiente anécdota narrada por Margarethe Buber-Neuman en Von Potsdam nach Moskau: Stationen eines Irrweges (“From Potsdam to Moscow: Stations of an Erring Way”). Babette Gross invitó a su hermana a encontrarse con “camaradas internacionales” en Berlín. Cuando Buber-NeumannBuber-Neumann, M. (1957) Von Potsdam Nach Moskau. Stationen eines Irrweges. Stuttgart: Deutsche Verlags-Anstalt. llegó al apartamento que Münzenberg compartía con Gross, el lugar estaba lleno de una “mezcla de razas multicolores: negros, chinos y mahometanos (…) todos nacionalistas resplandecientes”, p. ej. Lansbury, el artista Käthe Güssfeld, Gumede, Senghor, Gomez, Mazhar Bey El Bakri de la sucursal siria de Rebels en Berlín (“Hauptquartier der syrischen Aufständischen”), Besso Lominadze, Mattar, Hansin Liau y La Guma. Sorprendido por el “patetismo y la alegría” de la fiesta, BuberNeumann observó cómo Münzenberg prestó especial atención a ciertos invitados. Mientras que la “alegría” hizo que Lominadze, Gómez y El Bakri se pusieran a cantar “canciones divertidas”, Gumede consideró que esto era ofensivo y le dijo a Münzenberg que tal comportamiento no era apropiado para “auténticos luchadores”. Luego de honrar se señalar los logros del Congreso de Bruselas, Gumede instó a todos a cantar “La Internacional”, una idea a la que Münzenberg puso fin, pidiendo a todos que dejen de cantar (citado en Petterson, 2013, p. 150Petersson, F. (2013) “We Are Neither Visionaries nor Utopian Dreamers”. Willi Münzenberg, the League against Imperialism, and the Comintern, 1925-1933. Åbo: Åbo Akademi University.).

18

Desde sus orígenes en 1918 (aunque todavía bajo la denominación de Partido Socialista Internacional), el Partido Comunista atravesó distintas crisis motivadas por la lucha interna de facciones entre un ala más moderada, otra más “centrista” y, finalmente, una más “radical”, que mantendría el predominio en la dirección de la organización hasta mediados de la década de 1920. El cambio en la cúpula del Partido fue posible gracias a una alianza entre los sectores moderados y centrista, y con apoyo externo desde la Unión Soviética (ver Camarero, 2007Camarero, H. (2007) A la conquista de la clase obrera. Los comunistas y el mundo del trabajo en Argentina, 1920-1935. Buenos Aires: Siglo XXI. y Kersffeld, 2012Kersffeld, Daniel 2012 Contra el Imperio. Historia de la Liga Antimperialista de las Américas. México: Siglo Veintiuno. ).

19

El 23 de mayo de 1929, en el diario El OrdenEl Orden. Santa Fe, Argentina., de Santa Fe, se publicó una entrevista a Mattar. Bajo el calificativo de “viajero raro”, el diario subraya la presencia en Argentina de este periodista “cosmopolita”, “propagandista de los pueblos oprimidos” y “hombre de vasta cultura y de ideas avanzadas”. Dando cuenta además de un sentido exacerbado por lo exótico ante la presencia en la redacción del visitante africano, en el diario se trazó la siguiente descripción física: “Una figura menuda y ágil. Grandes ojos expresivos y melancólicos. Tez asoleada, morena, en la que parece que una mano hábil hubiera dibujado a tinta china una barba simpática. Cabeza prototipo de la raza mora brava y altiva y recia que nunca pudo nadie avasallar. Apenas se mira su figura es forzoso imaginarlo con el albo traje característico, ciñendo el afilado alfanje de romántica leyenda. Entra y es como si la caballeresca epopeya del pueblo rifeño se adentrara en nuestra casa, con toda la larga y grandiosa heroicidad de sus hijos aguerridos”. Ver http://www.santafe.gov.ar/hemerotecadigital/diario/494/

20

Ver La InternacionalLa Internacional. Buenos Aires. (Buenos Aires) 11/5/1929 y 18/5/1929.

21

En el mencionado artículo del periódico santafesino El OrdenEl Orden. Santa Fe, Argentina., se señala que antes de retirarse de la redacción Mattar dedicó un autógrafo en árabe cuya traducción al castellano es la siguiente: “En ocasión de mi visita a esta Capital presento al pueblo argentino mis cordiales saludos en nombre del pueblo rifeño y de los delegados al Congreso de los pueblos oprimidos contra el imperialismo reunido en la ciudad de Bruselas. También saludo por intermedio del diario El OrdenEl Orden. Santa Fe, Argentina. a mis hermanos que hablan el idioma árabe-Ahmad Hassan Mattar”. Ver http://www.santafe.gov.ar/hemerotecadigital/diario/494/

22

Para más información sobre las redes periodísticas de A. H. Mattar, ver Diario CariocaDiario Carioca. Río de Janeiro. (Río de Janeiro, 18 de diciembre de 1930). Disponible en http://memoria.bn.br/pdf/093092/per093092_1930_00759.pdf

23

Ver “O movimiento revolucionario e a Imprensa Franceza”, en Diario de NoticiasDiario de Noticias. Río de Janeiro (Río de Janeiro, 26 de diciembre de 1930). Disponible en http://memoria.bn.br/pdf/093718/per093718_1930_00200.pdf

24

De acuerdo a Inés Nercesian, “Los episodios de 1930 se desataron cuando debía procederse a la renovación presidencial, finalizado el mandato del paulista Washington Luís (1926-1930). Este violó el acuerdo -mediante el cual debía sucederle un candidato de Minas Gerais- proponiendo otro hombre de São Paulo, Júlio Prestes. Así, se formó un frente opositor representado por los estados de Minas Gerais, Río Grande do Sul -por ese entonces bajo la gobernación de Getúlio Vargas (1928-1930) - y Paraíba” (Nercesian, 2010, p. 122Nercesián, I. (2010) “Controversias, transformaciones y fracturas en el Partido Comunista Brasileiro (1922-1960)”. Estudios Sociales, 39, Segundo Semestre, pp. 119-146. doi: https://doi.org/10.14409/es.v39i1.2667 ).

25

Así, el 29 de octubre de 1932, en la Asociación Brasileña de Prensa, brindó la charla “A Africa, a Asia e o papel da mulher nos movimientos emancipadores”.

26

Ver Jobim, José “O Intelligence Service Zela Pela Seguranca do Imperio. Os consulados ingleses possuem una lista de indesejaveis na qual estao incluidos Henri Barbusse e A. H. Mattar”, en Diario CariocaDiario Carioca. Río de Janeiro. (Río de Janeiro) 6 de abril de 1935. Disponible en http://memoria.bn.br/pdf/093092/per093092_1935_02056.pdf

27

Además de distintos periódicos brasileños, los artículos también fueron publicados en dos medios egipcios de importante trascendencia: Al-Hilal, uno de los más antiguos de África, así como también Al-Muqtaṭaf, de gran penetración en todo el mundo árabe. Por otra parte, el 30 de julio de 1936 Mattar publicó en Diario de Noticias, de Brasil, el artículo “Um brasileiro no Abyssinia”, con una transcripción de la extensa entrevista realizada al Emperador (ver http://memoria.bn.br/pdf/093718/per093718_1936_02948.pdf).

28

Mattar abandonó Abisinia y de camino a Yibuti, el barco en el que viajaba hizo escala en Port Sudan: aprovechó para descender de la ciudad en la que había estado por última en 1923. Su reencuentro con familiares y amigos fue abortado por la policía, ya que sobre él todavía pesaba la acusación sobre los incidentes de 1924, por lo que fue recluido en el barco en el que debía continuar viaje. Para una interpretación sobre el papel de la Comintern en el conflicto entre Italia y Abisinia, seguramente con implicaciones para un activista de la naturaleza de Ahmed H. Mattar, ver Bayerlein, 2020Bayerlein, B. (2020) “Addis Ababa, Rio de Janeiro and Moscow 1935: The double failure of Comintern anti-fascism and anti-colonialism”. En: K. Braskén, N. Copsey y D. J. Featherstone, eds., Anti-Fascism in a Global Perspective: Transnational Networks, Exile Communities, and Radical Internationalism. London: Routledge..

29

En aquella oportunidad se lo presentó como “corresponsal de guerra de diversos diarios franceses en el conflicto ítalo-etíope”, y como “ex secretario de Abd el-Krim”.

30

30 Según las investigadoras Myriam Olguín Tenorio y Patricia Peña González, algunas de las importantes aportaciones vertidas por este estudio biográfico y coral de Mattar se centran en el señalamiento del año de llegada a Chile, el país y la ciudad de origen del inmigrante, su edad y su estado civil en 1941, sus actividades y ocupaciones, así como también la ciudad de residencia en Chile y la dirección de su domicilio. En tanto que, para los casados, agregaba información como el nombre y la nacionalidad de origen de la esposa, así como también la cantidad nombre y edad (en 1941) de cada hijo. No obstante, la Guía presenta una serie de deficiencias que dificultan su tratamiento, entre las que cabe mencionar el hecho de que muchos inmigrantes no eran consignados en el libro, en otros casos no aparece la totalidad de los datos y que, en el caso de las esposas, muy pocas veces se refiere a su nacionalidad de origen. En defensa del autor se puede afirmar que se trata de una obra pionera en su género, y que fue construida prácticamente de manera artesanal y empírica durante los viajes de Mattar por todo el territorio chileno. De este modo, se debe precisar que la Guía señala a 3.058 titulares, de los cuales 2.440 son árabes, en tanto que, del resto, 618 son chilenos y de un pequeñísimo número no se posee ningún dato (Olguín Tenorio y Peña González, 1990, pp. 15-16Olguín Tenorio, M. y Peña González, P. (1990) La inmigración árabe en Chile. Santiago de Chile: Instituto Chileno Árabe de Cultura. ).

31

Así, el periodista sudanés participó en el entramado político conformado por el grupo de 26 gobiernos que aceptaron el pedido del presidente F. D. Roosevelt (respaldado por Winston Churchill, Maxim Litvinov, de la Unión Soviética, y T. V. Soong, de China) y quienes a través de una Declaración se manifestaron a favor de conformar un bloque de “naciones unidas” para enfrentar a quienes sustentaban el Eje Roma-Berlín-Tokio y, de ese modo, oponerse a la firma de acuerdos de paz por separado.

32

Así, “a lo largo de todo el siglo pasado, en particular durante la Guerra Fría, los líderes latinoamericanos, desde Fidel Castro en Cuba hasta Juan Perón en Argentina, manifestaron su apoyo a las causas políticas de los árabes e invocaron la solidaridad entre árabes y latinos frente a la dominación imperialista, a menudo destacando los vínculos culturales con el mundo árabe a través de la España musulmana” (Aidi, 2015, pp. 241-242Aidi, H. D. (2015) “Let Us Be Moors Islam, Race, and ‘Connected Histories’”. En: E. Curtis, ed., The Bloomsbury Reader on Islam in the West. London: Bloomsbury Academic.).

PERIÓDICOS

 

Correio da Manha. Río de Janeiro.

Diario Carioca. Río de Janeiro.

Diario de Noticias. Río de Janeiro

El Orden. Santa Fe, Argentina.

La Internacional. Buenos Aires.

La Reforma. Santiago de Chile.

Mundo Árabe. Santiago de Chile.

O Jornal. Río de Janeiro

REFERENCIAS

 

Ageron, Ch.-R. (1977) “La presse parisienne devant la guerre du Rif (avril 1925-mai 1926)”. Revue de l’Occident musulman et de la Méditerranée, 24, pp. 7-28. Disponible en https://www.persee.fr/doc/remmm_0035-1474_1977_num_24_1_1418

Aidi, H. D. (2015) “Let Us Be Moors Islam, Race, and ‘Connected Histories’”. En: E. Curtis, ed., The Bloomsbury Reader on Islam in the West. London: Bloomsbury Academic.

Alberto, P. (2011) Terms of Inclusion: Black Intellectuals in Twentieth-century Brazil. Chapell Hill: University of North Carolina Press.

Anderson, B. (2014) Bajo tres banderas. Anarquismo e imaginación anticolonial. Madrid: Ediciones Akal.

Balloffet, L. P. (2018) “Argentine and Egyptian History Entangled: From Perón to Nasser”. Journal of Latin American Studies, 50 (3), August, pp. 549-577. doi: https://doi.org/10.1017/S0022216X17001171

Balloffet, L. P. (2020) Argentina in the Global Middle East. Stanford, CA: Stanford University Press.

Bayerlein, B. (2020) “Addis Ababa, Rio de Janeiro and Moscow 1935: The double failure of Comintern anti-fascism and anti-colonialism”. En: K. Braskén, N. Copsey y D. J. Featherstone, eds., Anti-Fascism in a Global Perspective: Transnational Networks, Exile Communities, and Radical Internationalism. London: Routledge.

Bergel, M. (2020) “De los Viajes de Sarmiento a la recepción ‘prototercermundista’ de la Guerra del Rif: tres momentos en las conexiones culturales entre América Latina y el Norte de África”. En: S. Fleischmann y A. Nenadović, eds., América Latina - África del Norte - España. Lazos culturales, intelectuales y literarios del colonialismo español al antiimperialismo tercermundista. Madrid: Iberoamericana Vervuert.

Buber-Neumann, M. (1957) Von Potsdam Nach Moskau. Stationen eines Irrweges. Stuttgart: Deutsche Verlags-Anstalt.

Camarero, H. (2007) A la conquista de la clase obrera. Los comunistas y el mundo del trabajo en Argentina, 1920-1935. Buenos Aires: Siglo XXI.

El Messaoudi-Ahmed, F. (2016) El Rif, sus élites y el escenario internacional en el primer tercio del siglo XX (1900-1930). Barcelona: megustaescribir.

Fleischmann, S. y Nenadović, A., eds. (2020) “Presentación”. En: América Latina - África del Norte - España. Lazos culturales, intelectuales y literarios del colonialismo español al antiimperialismo tercermundista. Madrid: Iberoamericana Vervuert.

Gobat, M. (2013) “The Invention of Latin America: A Transnational History of Anti-Imperialism, Democracy, and Race”. The American Historical Review, 118 (5), December, pp. 1345-1375, https://doi.org/10.1093/ahr/118.5.1345

Goebel, M. (2015) Anti-Imperial Metropolis. Cambridge: Cambridge University Press.

Iriye A. (2013) Global and Transnational History: The Past, Present, and Future. Basingstoke and New York: Palgrave Macmillan.

Kersffeld, Daniel 2012 Contra el Imperio. Historia de la Liga Antimperialista de las Américas. México: Siglo Veintiuno.

Macías Fernández, D. (2016) “La conspiración turco-comunista: espías, contrabandistas e instructores en el Rif”. Diacronie. Studi di Storia Contemporanea 28 (4), documento 3. doi: https://doi.org/10.4000/diacronie.4699

Madariaga, M. R. de (2009) Abd-el-Krim el Jatabi: la lucha por la independencia. Madrid: Alianza Editorial.

Makalani, M. (2011) In the Cause of Freedom: Radical Black Internationalism from Harlem to London 1917-1937. Chapel Hill: University of North Carolina Press.

Mattar, A. H. (1941) Guía social de la Colonia Árabe en Chile. Santiago: Imprenta Ahues Hermanos.

Mattar, A. H. (1968) Sindbad of the Sudan. Khartoum: Ministry of Foreign Affaires.

Nercesián, I. (2010) “Controversias, transformaciones y fracturas en el Partido Comunista Brasileiro (1922-1960)”. Estudios Sociales, 39, Segundo Semestre, pp. 119-146. doi: https://doi.org/10.14409/es.v39i1.2667

Nuri El-Amin, Mohammed (1996) “The Role of International Communism in the Muslim World and in Egypt and the Sudan”. British Journal of Middle Eastern Studies, 23 (1), pp. 29-53. doi: https://doi.org/10.1080/13530199608705621

Olguín Tenorio, M. y Peña González, P. (1990) La inmigración árabe en Chile. Santiago de Chile: Instituto Chileno Árabe de Cultura.

Pennell, C. R. (1986) A country with a government and a flag: the Rif War in Morocco, 1921-1926. Wisbech: Menas.

Petersson, F. (2013) “We Are Neither Visionaries nor Utopian Dreamers”. Willi Münzenberg, the League against Imperialism, and the Comintern, 1925-1933. Åbo: Åbo Akademi University.

Rahim, M. (1966) “Early Sudanese Nationalism: 1900-1938”. Sudan Notes and Records, 47, pp. 39-64. Disponible en http://www.jstor.org/stable/44947303

Said, E. (2018) Cultura e imperialism. Barcelona: Debate.

Santos, R. F. E. dos (2012) A África na imprensa negra paulista. Tesis de Maestría. Niteroi: Universidad Federal Fluminense.

Sasse, D. (2006) Franzosen, Briten und Deutsche im Rifkrieg 1921-1926 Spekulanten und Sympathisanten, Deserteure und Hasardeure im Dienste Abdelkrims. München: R. Oldenbourg Verlag, Pariser Historische Studien.

Simon, J. (2000) Messali Hadj par les textes. Saint-Denis: Éditions Bouchène.

Tyrrel, Ian (2007) Transnational Nation. United States History in Global Perspective since 1789. Basingstoke: Palgrave Macmillan.

Weiss, H. (2014) Framing a Radical African Atlantic: African American Agency, West African Intellectuals and the International Trade Union Committee of Negro Workers. Brill: Leiden-Boston.